Jueves 03 de junio, avenida de las Américas en Bogotá, seis de la tarde, un bus del SITP choca con un automóvil, generando que el espejo derecho de este último termine dañado. El conductor, muy decente a simple vista esconde un secreto, es un lobo haciéndose pasar por oveja.
Uno va por la vida obrando bien, o al menos, lo mejor que puede. Intenta ser honesto con cada acción que realiza, pero en todos los contextos de la vida siempre hay una persona «noble» que termina convirtiéndose en una fiera cuando uno menos espera. Siempre intenta sacar provecho de todo a costa de los demás, y lo peor es que lo logra a causa de la inocencia que puede traer la honestidad.
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Uno debe aprender de lo que pasa en la vida, en este caso hay que aprender sobre cómo algunos operadores, o tal vez solo sea algunos empleados, de SITP son estafadores. Resulta que es más común de lo que se cree que los encargados de la empresa encargados de revisar los hechos del accidente se hagan pasar por abogados de la aseguradora del auto implicado; ellos revisan, hacen fotos, generan todo un procedimiento para terminar culpando siempre al auto involucrado del accidente con el SITP, amenazando que la policía de Tránsito si viene se llevará el auto, que la multa es peor que el arreglo que pueden tener y demás.
Tanto es el miedo que imparte a la persona que termina llevándolo al punto perfecto de estafa, diciendo que ahora para evitar pagar una multa más alta por la culpa del accidente, lo mejor es conciliar y que con 50 mil lo arreglan, plata que se da para evitar más inconvenientes, igual si lo dice el seguro es por algo, pero ojo que es una estafa de un lobo disfrazado de oveja.
Cuántas personas no habrán caído así, cuántos hasta ahora se enterarán de esto diciendo ¡Dios, me robaron! Por cosas así es que Colombia no avanza, porque desde esferas tan bajas empieza la corrupción, la creencia de querer sacar provecho de todo. La gente se hace la inocente para sacar aún más beneficios de los actos indebidos que harán.
Me da tristeza pensar en las millonadas que pueden estafar aprovechándose de gente que lo único que quiere es solucionar, convirtiendo a esas personas en gente desconfiada, dañando cada vez más la oportunidad de construir una sociedad honesta y justa.
Esta vez este espacio es de denuncia y desahogo, denuncia de los operadores tramposos y estafadores del SITP que van por las vías con conductores aparentemente justos cuando en realidad hacen parte de una organización de ladrones e impostores que ante la más mínima oportunidad sacan ganancia económica, y desahogo ante la situación tan triste que vive Colombia, muchos dicen por qué hay paro, son quejas bobas, pero así como roban en las vías, robarán más en el Estado y sólo exigiendo garantías y honestidad es que lograremos que el país avance. Todo empieza desde abajo, solo espero que un día entendamos que la honestidad y la bondad son el camino del cambio, pues si desde nosotros empezamos a confiar y a construir sociedades honestas al fin lograremos que los gobiernos corruptos se caigan por su propio peso, pero esos estafadores que seguimos viendo en la calle como «inocentes» son los que siguen manteniendo a los pillos en el poder, pues son de la misma clase.
Ojalá no caigan y si lo hacen tengan un final bueno como el de este caso que, aunque bajo amenazas de un abogado real, se recuperó el dinero, y les pido que sigan siendo honestos, que estos actos no los vuelvan los malos del montón y de esa manera contribuyan a un mejor país.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Colprensa
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