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El descaro

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descaro

Fuimos testigos hace ya algunos días de un incidente fronterizo entre Venezuela y Colombia, uno más de los cientos que ocurren cada año, pero de los que poco cobran relevancia. ¿Qué pasó aquí? Según se evidencia, soldados venezolanos adscritos a la Fuerza Armada de Cooperación, más conocida como Guardia Nacional, cruzaron el río para una “requisa de rutina”, alegando que estaban en aguas internacionales entre otras cosas que no tenían fundamento alguno para respaldar y justificar su accionar; pasa esto y la Armada colombiana, de la mano de una patrulla de la Infantería de Marina llega y logra correr a los incursores además, del merecido regaño y la confrontación con los civiles que estaban siendo amedrentados.

Es bien sabido que los actos de pillaje y vandalismo se asocian a la delincuencia común y organizada, pero este acto es realmente descarado y notablemente una descarada noción de corrupción moral dentro de las filas de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano.

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Ahora, ¿por qué ese descaro de la Guardia Nacional Bolivariana? Ciertamente no es un hecho aislado, como tal se puede notar que lo soldados venezolanos luego de tantos años de crisis en Venezuela han dejado de lado sus labores profesionales de servicio para “rebuscarse la vida” de lo que sea que encuentren en el camino, esto ha generado malestar tanto en la nación venezolana como en las naciones vecinas que comparten frontera con ella; la corrupción ha trastocado los cimientos de un cuerpo de seguridad que en vez de formar hombres y mujeres rectos, dignos de su labor, apegados a la ley, la justicia, el honor y la fe en su patria, han quedado rebajados a un ejército que ataca de manera “sutil” a civiles: Instalan retenes, requisan a ciudadanos en busca de cualquier elemento que les pueda llamar la atención (comida, efectivo, mercancía), que usualmente suelen tomar como un “aporte al Destacamento” como si se tratase de los pillajes bien conocidos de la Edad Media.

A pesar de los esfuerzos de algunos líderes militares por solventar la situación no ha resultado en hechos concretos salvo, como en este caso, denuncias ciudadanas masivas del comportamiento puntual de soldados que quedan grabados gracias a la miniaturización de la tecnología de grabación en los celulares, el mismo fiscal de la República Bolivariana de Venezuela ha solicitado se denuncie, pero su descarada reputación como conocido miembro del gobierno del expresidente Chávez y ahora del presidente Nicolás Maduro, envuelto en conocidos y escandalosos casos de corrupción, da mucho de que desear.

Solo queda esperar que la justicia venezolana tome un giro en el camino correcto y empiece a rectificar todos los errores que en el país venezolano hay presentes, mientras tanto, las Fuerzas Armadas de Colombia deben evitar caer en la provocación y darle una excusa al gobierno de Venezuela para defender una postura que, al igual que en Río Negro, no tiene ningún fundamento.

El descaro, será enorme…

Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Radio Fe y Alegría Noticias
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.

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