La juventud colombiana se ha caracterizado por estar en contra de las políticas actuales del Gobierno y por no compartir la ideologías centro-derechas (más derechas que de centro) de partidos como el Centro Democrático, al cual está afiliada la precandidata a la presidencia María Fernanda Cabal. Por lo que su fiero intento de mostrar a una juventud siendo participe de ideologías políticas que no responden a las verdaderas tendencias de pensamiento de la mayoría, solo demuestra que Colombia cada cuatro años vive las mismas campañas sin que, ni siquiera ellos mismos, aprendan la lección.
Durante los tres años que lleva el mandato del presidente Duque la juventud colombiana no se ha cansado de pedirle el cese de la violencia, la transformación desde la raíz de las instituciones públicas, la reforma seria y efectiva de la policía y el Ejercito con la intención de recuperar la confianza en ellas y poder hacer que este tipo de instituciones sí velen por la vida de todos y no solo por un nicho del cual solo hacen parte las élites económica y políticas del país.
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La juventud ha pedido que se endurezca las penas contra la corrupción y se reduzcan los índices de inseguridad, a través de mecanismos efectivos como la veeduría a las instituciones y campañas que promuevan las oportunidades académicas y laborales con el fin de que se ofrezcan las mínimas garantías para llevar una calidad de vida digna que no esté sujeto exclusivamente a la capacidad monetaria que posea la persona.
Los jóvenes pide a gritos vida digna otorgada por un Gobierno Nacional que sí responda a sus necesidades, hecho que no logrará conseguir de las manos de María Fernanda Cabal, la mujer que no ve a la educación como prioridad solo basta ver con su polémica frase “estudien vagos”, o la seguridad no la entiende desde políticas de prevención sino de reacción, porque la seguridad para ella solo se centra en “sálvense quien pueda” solo basta ver su propuesta con respecto al porte legal de armas en un país donde el uso de armas es el verdadero problema de la delincuencia que se vive en las ciudades y en los campos.
Hace cuatro años vimos a jóvenes apoyando (por voluntad propia o por dinero, jamás lo sabremos) la candidatura del actual presidente Iván Duque, apoyando campañas que al final nunca se cumplieron y que solo se tergiversaron logrando así que a los mismos que pretendía “ayudar” resultaran afectados.
Todo indica que la historia se repetirá en la candidatura de María Fernanda Cabal y veremos la misma técnica utilizada en la campaña anterior para alcanzar el poder, así sea a punta de mentiras y de hacer creer que la juventud los apoya, cuando llevan cuatro años gritando que no es así.
Ser joven Cabal es una contradicción a lo que realmente representa la juventud colombiana a lo largo de los años.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Twitter oficial de Miguel Polo @MiguelPoloP0
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