Pocas son las interpretaciones que uno puede encontrar cuando juntas estas tres palabras en una frase tan corta, pues de cierta manera podemos conocer que el común entiende que el diario del ciudadano se basa en estos tres conceptos de manera autónoma, consciente o inconsciente.
Naturalmente como entes de sociedad el pensamiento es una actividad común en todos los aspectos del vivir del ser humano.
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Dado que el pensamiento es personal, sabemos que es divergente, es independiente debido a la individualidad de asuntos, pero, como entes sociales compartimos aquello que pensamos, sentimos, y damos opiniones, que son simples juicios emitidos desde una perspectiva racional desde el profundo análisis de ideas que poseemos.
Pero, ¿Que es racional y que no?, según Aristóteles «el hombre es racional, y de acuerdo a su razonamiento, actúa»; si bien podemos entender que la razón es personal, juzgar si es o no es correcto se basa y se basará siempre en reglas sociales establecidas para mantener cierto orden de ideas, y pensamientos.
Manteniendo el orden de ideas y pensamientos, mantenemos una opinión establecida, pero nos corresponde como seres pensantes juzgar si son o no son correctas según nuestra posición, y sobre una posición socialmente aceptable.
Por tanto, es entendible que muchos movimientos reformistas deseen cambiar el rumbo de la opinión social frente a ciertas ideas y situaciones, particularidades y cotidianas.
Pero, ¿Hasta que punto es aceptable que otros reformen a su antojo?, pues en mi opinion, el respeto por los demás marcara siempre el límite de las cosas.
Sin respeto realmente una sociedad está condenada a un fracaso estructural en todos los niveles, y no puede cumplir ninguna meta de desarrollo que se plantee dado que simplemente no hay unidad de ideas.
Podemos observar movimientos políticos y sociales que atacan ferozmente a ciertos grupos, generando roces y matrices de opinión que pueden ser muy peligrosos, ¿Son deseos de poder a toda costa? ¿Son deseos antisociales de resentimiento acumulado? Una sociedad que no tolera sus diferencias no puede simplemente existir y en Latinoamérica padecemos ese problema de manera crítica, y requiere de atención comunitaria crítica.
Corrupción, prejuicios, estereotipos… Todo cuenta, todo es parte de una gran estructura social que debe vigilarse, perfeccionar y adaptar al cambio temporal, al progreso, y al regreso en los tiempos de crisis… ¿Educación comunitaria a la vista? El tiempo dará las respuestas
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
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