Mis papás siempre decían que ellos compraban las cosas de Navidad antes porque para esa época siempre subían el precio, la verdad yo no les creía por completo. Siempre pensaba que eran exagerados y que los aumentos eran mínimos siendo un reflejo de la fluctuación económica del momento, pero ahora que soy «adulta» y compro por primera vez regalos me doy cuenta de la avaricia en navidad que tiene los comercios durante estas fechas.
Resulta que, el secreto a voces del aumento del precio, es verdad y es ahí cuando me pregunto ¿Cuál es la necesidad de aumentar los precios en estas fechas? Los diferentes comercios le ganan a los productos a lo largo del año, por lo tanto, el aumento no responde a que justo ahora no ganen, de hecho, todo apunta a que se aprovechan de la ley de la oferta y la demandada, y sabiendo que va a existir mucha demanda, la oferta aumenta sus precios porque sí, pues al final saben que sí o sí les tienen que comprar, pues quién se quedará sin comprar el regalo prometido.
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No obstante, esta ley tan marcada del mercado y del capitalismo deja de lado la esencia de la navidad, y no me refiero a que no se compren cosas, me refiero a la esencia de ayudar al otro.
Con la subida de precios de los comercios justo para las fechas de compras de regalos, la gente, que durante todo un año ha trabajado por conseguir el dinero suficiente para darle algo a su familia, se verá alcanzada porque si ellos creían que el juguete que sus hijos pidieron durante todo el año costaba, digamos, 100 mil pesos, ahora por decisión unilateral y muy injusta si me preguntan, cuesta 200 mil.
Esto que digo es una realidad que han vivido muchos por años y para ellos no será sorpresa, incluso, creo que me leerán con ojos de «qué bonita es su inocencia», pero no porque sea una realidad de los años quiere decir que debemos aceptarla sin decir ni una sola palabra.
Es poco probable que cambien las políticas de precios de un año a otro, pero depende de nosotros dejar de romantizar el hecho de esas subidas y estar «preparados» porque lo único que logramos así es que año tras año el comercio se aproveche de quienes quieren dar un detalle en navidad.
Por ahora solo queda rezar para que todos los que quieren sorprender a sus seres queridos con un regalo puedan tener los ingresos suficientes para lograrlo y así no tengan que ser víctimas de la avaricia de quienes en vez de ayudar y promover una cultura de posibilidades, solo se aprovechan de la situación sin importar el bien ajeno.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Pixabay
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