Los trastornos de salud mental aumentan el riesgo de otras enfermedades y contribuyen a lesiones no intencionales e intencionales.
Con la llegada de la pandemia la mayoría de personas han experimentado múltiples circunstancias extraordinarias que han alterado la vida y, por ende, sus estados emocionales.
De hecho, los expertos en el mundo señalan una crisis de salud mental evidente y creciente y pese a ello, persisten los mitos y resistencias a recurrir a los expertos para tratar los problemas emocionales: psicólogos y psiquiatras.
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A escala mundial, la Organización Mundial de la Salud, OMS, establece que 50 millones de personas sufren algún trastorno mental.
Las principales afecciones son depresión, trastornos generados por el uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar. Ante esta realidad, es esencial tanto atender como prevenir quebrantos en la salud mental para cuidar el bienestar, autonomía, competencia y habilidad de una persona de realizarse intelectual y emocionalmente.
Pero, ¿Qué es la salud mental?
“Es el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio cultural, equilibrio que permite garantizar su participación laboral, intelectual y de relacionamiento social” afirma el doctor Edgar León Lozano, psicólogo clínico, director del bufete de psicología Medinet con más de 30 años de experiencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) por su parte, afirma que es “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Pero más allá de las definiciones, un concepto clave es entender que el psicólogo además de tratar los problemas de salud mental, puede prevenir y fomentar una salud mental adecuada y de allí la importancia del papel del psicólogo en estos momentos de suma dificultad en el manejo de emociones y trastornos de la salud mental que presente la persona.
Comunicado e imagen: MarteComunica