Todos hemos oído hablar de aquellos falsos amigos que de un momento a otro pueden destruir nuestra vida, o acabar con nuestra carrera profesional por envidia, ambición, desdén… entre otros muchos conocidos factores detonantes de tan ruinosa conducta.
Pero hablemos un poco de los enemigos, aquellos elementos o seres antagónicos o contrarios a uno, y a lo que uno posee… Aquellos que desean destruir aquello que nos hace fuertes por razones que podemos o no podemos reconocer a primera vista.
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Un enemigo declarado es cien veces más deseable que un falso amigo, pero, ¿qué hay de esos falsos enemigos? ¿y si ese enemigo que tenemos no es en verdad un enemigo? ¿Qué pasa cuando un aparente enemigo resulta que o no era beligerante o intentaba ser nuestro amigo y lo tomamos de la manera contraria? Vaya asunto…
Pues, veamos, un falso enemigo puede ser un desperdicio de recursos valiosos y de salud en general, puede proveernos de cargas innecesarias que creímos eran correctas por el bien nuestro y de lo que esperábamos proteger, caso contrario con las falsas amistades que nos toman desprevenidos y nos apuñalan con una falsa bandera.
¿son fáciles de identificar? No, pues sólo situaciones críticas específicas pueden demostrar quiénes son tus amigos y quienes tus enemigos, pero más importante es ver quiénes dejaron de ser cuál o tal, para poder entender qué te rodea realmente.
Es un asunto complicado y quiero hacer énfasis en algo que actualmente nos incumbe a todos: La geopolítica internacional y las alianzas, una enmarañada red de decepciones nos están rodeando actualmente y ha sido una sorpresa tras otra ver cómo uno a uno los países se desenmascaran entre lágrimas de dolor o risa: Abandono, desdén, ayuda “simbólica”, indiferencia, traición, cambio de bando… Es incontable la cantidad de informaciones que circulan.
¿Qué quiero dejar claro?
Sólo si te vuelves lo suficientemente autosuficiente, en cuanto a falsos amigos no tendrás casi problemas, pues claros vas a tener a tus amigos: Los que perduran en el tiempo relucirán, los demás se opacarán bajo la tiniebla del olvido… Pero los falsos enemigos saldrán a la luz cuando te toque enfrentarlos, y a la hora de la estocada final puedas entender que peleaste contra alguien que no debiste, o por lo menos, nunca fue digno de un enfrentamiento.
Es un tema difícil, socialmente es más común hablar de los falsos amigos que se pavonean por ahí como tus aduladores y los que siempre son tus apoyos para “lo que sea” y terminan desmoronando el mundo de ilusiones a su alrededor…
Por lo demás, sé feliz contigo mismo y lo poco o mucho que tengas, pues es lo que tienes y te lo has conseguido tú mismo, si no eres feliz con eso, ¿Cómo lo serás buscando nuevos amigos?.
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Zenda Libros
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