La nueva película de Pixar, RED, ya se encuentra disponible en Disney+ y su historia sirve de camino y guía para todas las mujeres.
¿Cuántas veces hemos visto el desarrollo femenino en la gran pantalla? Honestamente no tengo recuerdo de ello, salvo por las películas de Hayao Miyasaki, quien siempre pone como protagonistas a mujeres capaces de enfrentar al mundo por sí mismas; o un poco la historia de Mathilda en el Asesino Perfecto, pero, aun así, no vemos como tal un camino concreto de su pubertad al 100%.
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Siempre vemos a los hombres desarrollarse en el cine, cómo pasan de ser niños a jóvenes, cómo es su despertar sexual, su búsqueda de camino, su revelación de chico bueno al chico que solo quiere ser él mismo. Siempre nos muestran al hombre volverse hombre, pero en las mujeres… las mujeres o ya nos muestran “hechas” o todavía demasiado jóvenes para empezar el camino a transformarnos.
Esto no pasa en RED, la película que habla de Meiling Lee, una joven e 13 años que vive en Toronto, es la manera perfecta para mostrar por fin la adolescencia de una chica sin tanto tabú por sus cambios.
La película es una referencia a la menstruación, esa que a veces los hombres tienen miedo de escuchar, y de los cuales conozco casos que hasta la palabra les da asco; la menstruación, el proceso más natural y común que toda mujer vive y que no nos lo habían mostrado en pantalla sin tanto tabú como hasta ahora.
En la película Meiling pasa de ser una “niña” que solo quería complacer a sus padres a convertirse en una adolescente que es más consciente de su esencia y quien busca su propio camino, en el cual solo quiere que todos los que la rodean sean felices.
RED, adrede o no, nos muestra la relación entre la luna y la mujer, esa que durante milenios hizo parte del ser femenino, pero que con los siglos modernos fue quedando de lado; RED nos muestra como la luna perfectamente puede representar el ciclo menstrual de la mujer.
Hay que agradecer a Pixar y a Disney por al fin poner este tema en la mesa, pues menstruar es natural, y de una manera sutil pero clara, logran que la “bendición de volverse un panda rojo” sea entendido también como el inicio del ciclo femenino.
Esta es la primera película que nos muestra a una mujer en camino a convertirse en mujer y todo lo que ella conlleva, los cambios de humor, el despertar sexual, el cuestionamiento constante de ¿quién soy?, la importancia que toman las mujeres del entorno en el desarrollo de la vida, entre otros temas que muy pocas veces son tratadas desde la perspectiva de una mujer.
Además, por primera vez se ven toallas higiénicas en las pantallas de Disney, algo que naturaliza el uso de ellas y dejan de ser vistas como un tabú, como un elemento que hay que cambiarle el nombre porque “qué pena que tenga que preguntar por una toalla frente a un hombre, qué oso que se entere que estoy menstruando.”
La película, además de poner en pantalla la realidad que pasamos todas las mujeres en nuestra adolescencia, vuelve a enseñarnos la importancia de sanar las heridas familiares antes de continuar con el legado, pues hasta que no se sanan es imposible avanzar como familia.
RED nos demuestra que no hay villanos, que la vida no se trata de buenos y malos siempre, sino que son los temas internos los que conllevan a actuar de una manera u otra frente a las situaciones que la vida pone en frente, pero no necesariamente eso significa que haya maldad en el corazón de quien realiza estas acciones.
Solo basta decir gracias RED por mostrar que los cambios femeninos son normales, que decir que no a la familia también está bien, y que sanar el alma para construir un legado es lo más importante.
Si no se la han visto los invito a que lo hagan, pues esta película no solo permitirá que las mujeres nos sintamos identificadas, sino que cualquiera, independientemente del género, pueda encontrar un bello mensaje de aceptación y sanación propia que seguramente les cambiará la perspectiva de la vida.
Por: Paula Porto
Instagram: @paulaportocine
Imagen: IMDb
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