Los cuentos nos enseñaron que la damisela en peligro siempre necesita un caballero dispuesto a hacer respetar su honor y salvarla del villano, pero la idea hay que erradicarla en pleno siglo XXI.
Todo cuento de antaño tiene a una damisela en peligro esperando ser salvada por el caballero de brillante armadura, pues siempre se dijo que ella misma no era capaz de defenderse por ser una persona “débil” y aunque los cuentos han cambiado, el mensaje de un hombre defendiendo la dignidad de la mujer sigue presente en la sociedad.
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Un ejemplo claro de esto es el bochornoso acto de la bofetada de Will Smith a Chris Rock en medio de la edición número 94 de la entrega de los Premios Óscar el pasado 27 de marzo; el hecho se presentó porque Rock hizo un comentario de mal gusto frente a la alopecia de Jada Pinkett Smith, y aunque todos esperaban que solo fuera un mal chiste, la situación cruzó el límite cuando Smith decidió golpearlo.
Para muchos el acto de Will Smith es un claro ejemplo de cómo un “hombre” defiende la dignidad de su amada esposa, y es cierto, a la familia hay que hacerla respetar; sin embargo, la violencia jamás será el camino.
Aunque es cierto que el comentario incomodó a Jada, la realidad es que hay mejores formas de “defender” el honor de su esposa, por ejemplo, haberle servido de soporte y recalcarle que es la mujer más bella del mundo, en vez de sacar al “macho alfa” que lo único que consiguió fue incomodar el doble a su esposa y dañar la velada para todos los involucrados.
Tampoco es justificar el comentario de Rock, ya que esta es otra muestra de ideas retrogradas que indican que la belleza de una mujer radica en su cabellera y que, al momento de raparse, solo sirven para ser chiste (lo cual es peor cuando se trata por una enfermedad).
Ambos son un ejemplo claro de lo que las ideas de los cuentos de hadas con mujeres en peligro y en búsqueda de alguien que las defienda han causado generacionalmente en el inconsciente de la sociedad; esto hay que erradicarlo ya, hay que acabar con el hecho de seguir normalizando los actos de violencia en nombre del honor, y también, hay que dejar de seguir creyendo que las mujeres no tienen la voz suficiente, por sí solas, de defenderse de comentarios sin gracia de las cuales suelen ser víctimas más seguido de lo que se espera.
Una vez más se nos recordó que seguimos viviendo en una sociedad en donde las mujeres seguimos siendo consideradas como débiles y necesitadas de alguien que nos defienda, cuando la realidad, es que nosotras ya superamos el estar buscando un caballero de brillante armadura y ahora somos “princesas guerreras libres” que se defienden por sí mismas y que, si tienen pareja, no es para hacerse de un guardaespaldas, sino de un compañero que sea un soporte positivo a su vida.
Por: Paula Porto
Instagram: @paulaportocine
Imagen: El País
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