Mientras Europa está sumergida en la crisis causada por la pandemia del Covid-19, en Rusia el panorama es diferente, pues Vladimir Putin, presidente del país, tomó medidas oportunas para controlar la llegada del virus, el cual ha catalogado como una «amenaza extranjera».
Gracias esto, Putin ha podido mantener su agenda intacta, y aunque el ambiente es tenso, él sigue reuniéndose con multitudes, además de seguir manteniendo en pie las votaciones que le permitirían estar en el cargo al que llegó desde el 2000, junto con el desfile militar de la conmemoración de los 75 años del Día de la victoria rusa contra la Alemania Nazi.
Sin embargo, detrás de esta supuesta calma, se esconde una estrategia para hacer que Rusia se vea tranquila ante la adversidad, por ejemplo, antes de reunirse con Putin, la gente debe someterse a un examen para descartar el Covid-19, además del cierre de fronteras, y algunos simulacros de cuarentena en algunas zonas del país; Dmitry Peskov portavoz presidencial dijo que cada uno de estos pasos es justificado para que el presidente pueda continuar su trabajo con confianza.
Así Rusia intente mantener la calma y la normalidad en el calendario electoral, la ciudadanía se están preocupando porque considera que las cifras de contagiados está siendo maquillada, y las personas se están abarrotado incluso antes de realmente declarar una cuarentena, así lo explicó Ksenia, una vendedora de helados en un suburbio de Moscú, pero también dice que apesar de que todo ahora es sobre el Covid-19, en el país la gente prefiere no saber mucho al respecto.
A la fecha, la votación que dejaría a Putin en el poder sigue programada para el 22 de abril, y los procedimientos de contingencia siguen en pie para evitar que en Rusia la propagación del virus se salga de control.
Con información de: BBC News
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Colprensa