Un ámbito en el que no se necesita ciencia, es la vida cotidiana, la acción racional que requiere de pensar sobre una decisión y tomarla.
Muchas veces resulta sencillo decidir qué desayunar o qué ropa ponerse un día en concreto, pero grandes decisiones que pueden tener severas consecuencias requieren de ímpetu, de voluntad, y de conocimiento, no sólo de conocer qué se va a decidir, sino las consecuencias, impactos, y los posibles escenarios que pueden ocurrir una vez la decisión se tome.
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Algo que quiero resaltar antes de continuar es: “No decidir, es decidir no hacer nada, y las consecuencias por ello no pueden ser ignoradas”
Decidir es un acto de fe, voluntad y deseo, se decide algo a cada momento y en cada lugar, y es algo tan cotidiano que no nos damos cuenta, pero, ¿y si tienes que decidir algo fuerte?, ¿y si tienes que tomar una decisión que puede alterar el curso de una negociación, de una carrera, de una empresa, o algo que pudiera significar el avance de un proyecto.
Te tomas tu tiempo en analizar las variables en cuestión, simulas y proyectas los objetivos a cumplir, con calma te tomas la calma que necesitas para no colapsar ante la envergadura de la decisión, cuando ves que has decidido te llegan con una noticia: Ha sucedido algo, tenemos que cambiar el proyecto.
Has llegado tarde, no has decidido y algo grave acaba de dejar inútil lo que hayas podido decidir…
Esa indecisión es parte vital en muchas catástrofes, tragedias, y accidentes que muchas veces son titulares de noticias, como ejemplo local más cercano podríamos recordar cómo HidroItuango fue el centro de atención de muchas personas por la decisión e INDECISIÓN de sus ingenieros a cargo de la obra, ocasionando una tragedia que duró días y afectó gravemente a muchas personas, lo cual nos da una luz de lo que se puede ocasionar cuando no somos capaces de decidir sobre algo.
Es sobre eso que quiero hacer un llamado, sobre la decisión, sobre decidir y decidir rápido, ya, es tarde, cada segundo de tu tiempo cuenta, y si quieres ser exitoso debes ser capaz de decidir con velocidad y acierto, no tomar la primera decisión que se te venga a la mente, sino la más acertada, y la que mejor se adapta a resolver aquello que enfrentas
Decide, pero hazlo ya
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jenguerra.95
Imagen: Pixabay
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