Taxista le disparó a una mujer porque se demoró en pagarle la carrera, luego de que él no tuvo para darle las vueltas a un billete de 50 mil pesos.
Mi abuela y mi mamá que afortunadamente ya están con Dios, dirían esto es fin de mundo, en días pasados los habitantes de este país, pudimos enterarnos a través de la prensa nacional de este aberrante caso, en donde un pseudo profesional del volante, habría accionado su arma traumática en contra de una pasajera ante su tardanza en pagarle un servicio de traslado al barrio Quiroga en la ciudad capital.
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Según explicó a los periodistas la infortunada dama, al llegar a su destino la pasajera quien viajaba en compañía de su pareja, le canceló el servicio al taxista con un billete de 50 mil pesos, a lo que este procedió a decirle que no tenía cambio (¿quién sale a trabajar de taxy sin vueltas?), esto seguramente a usted le sonó familiar…a todos nos ha pasado, pero cabe destacar que no es responsabilidad del pasajero este hecho, pues quien vende un bien o servicio debería tener un dinero de ‘caja’ destinado a dar vueltas.
La mayoría de estos personajes obligan al pasajero a buscar la plata cuando debería ser, al contrario, yo le pagué usted procura las vueltas.
Ante la negativa del conductor a descambiar el billete, la mujer se bajó en su vivienda, pero según relata no tenía el monto completo y estaba buscando monedas para alcanzar la cifra, por lo que el intransigente hombre optó por desenfundar su arma traumática y dispararle a la dama cuando esta se asomó por la ventana para entregarle el dinero, impactándola en el pecho, derribándola inmediatamente, afortunadamente esta nueva víctima de la inoperancia e intolerancia de algunos conductores, vivió para contarlo, pues la poca distancia entre ella y su atacante esta vez jugó a favor de la malograda mujer.
Ahora bien, ante este hecho que parece la ‘guinda’ que adorna el helado de la falta de regulación que hay para con estos trabajadores, que afortunadamente no son todos, es hora de que las autoridades competentes actúen y le pongan el ‘cascabel a este gato’ que ya casi se nos convierte en tigre, y no hay que ser brujo o vidente para pronosticar que estas cosas seguirán pasando y que probablemente la próxima víctima no viva para contarlo.
Basta ya, en este mundo todos merecemos respeto y no es justo que algunos quieran aprovecharse de la condición de vulnerabilidad de quienes no ostentamos cargos, no poseemos dinero o estamos desarmados para cometer sus fechorías en nuestra contra. Alguien que alce la voz ante el Congreso y el Gobierno, esto debe parar, la mente ciudadana está enfermando ante tanta impunidad. Dios bendiga a los pasajeros y conductores de este país y del mundo.
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Milenio
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