Actualmente China está empleando todas sus herramientas tecnológicas para combatir la pandemia del nuevo coronavirus, no obstante, las herramientas tecnológicas puestas en funcionamiento por el gobierno chino no están ausentes de polémicas, puesto que amenazan la privacidad del individuo y su libertad de expresión.
A pesar de que estas medidas de vigilancia incurrirían en una violación de los derechos humanos, la exigencia de este gobierno para obtener datos de todos sus ciudadanos ha sido más represiva de lo normal, por ejemplo, el rastreo telefónico de los ciudadanos chinos continúa siendo una de las armas más poderosas de control del virus por parte del gigante asiático.
Tan solo en el pasado mes de febrero las principales empresas de telecomunicaciones enviaron a sus clientes mensajes de texto donde se proponía mandar información a las entidades de vigilancia y control chinas de las ciudades o zonas donde estas personas habían visitado en los últimos 15 o 30 días. De esta manera, utilizar esta información para prohibir el acceso de estas personas a estaciones de tren, barrios e incluso ciudades.
Actualmente, en el territorio chino hay más tecnología de monitoreo a parte del rastreo por celular, tales como cámaras de seguridad con reconocimiento facial y control de la temperatura, drones, entre muchas otras herramientas tecnológicas. El gobierno chino recalca que estas medidas se están utilizando en nombre de la salud y la seguridad pública, sin embargo, los antecedentes chinos frente la violación de la privacidad de sus ciudadanos indica que el actual clima de vigilancia sin control podría durar después de la pandemia.
Con información de: BBC
Por: Santiago Arroyave
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Imagen: La Vanguardia