Siglo XXI la idea de una economía verde cada día resuena más en las mentes de la sociedad actual, temas como la “Huella de Carbono”, “Materiales Biodegradables”, “Industrias Sostenibles” y el “Reciclaje” penetran más y más en las cuestiones diarias del ciudadano común como una doctrina innovadora, pero que realmente, va más allá que sólo escoger lo que es “ecológicamente correcto”.
El reciclaje es una ciencia cierta de optimización de recursos a través de la colección de productos terminados o semi-procesados que ya cumplieron su función o que por alguna razón no fueron descartados antes de tiempo, hoy en día se establece que un producto es reciclable cuando su recolección, reprocesamiento y separación de materias primas es lo suficientemente rentable como para descartar la extracción de nuevos recursos para la fabricación de nuevos productos terminados.
Hoy por hoy, de manera masiva se habla de las 3R del reciclaje: Reducir, reutilizar y reciclar, esto como un programa auspiciado por Greenpeace para cambiar los hábitos de consumo de la sociedad… Sencillo, sus términos son fáciles de explicar: Reducir el consumo innecesario y extravagante de objetos, suerte del sistema consumista viviente en muchas sociedades; reutilizar los objetos que a cumplieron su función para la cual fueron diseñadas; reciclar es más sencillo de aplicar, porque implica convertir en materia prima los desechos que aún puedan ser reprocesados.
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Industrialmente es un proceso muy tedioso, debido a que hay que separar primero los desechos procesables de los que no, es por ello que siempre se insiste en clasificar la basura antes de desecharla, ahora, también debe ser de política gubernamental el fomento de una industria capaz de reciclar eficientemente y de manera rentable los desechos producidos por la población a quien debe cuentas, y si hablan de una ciudad sostenible, sus acciones deben corresponder a sus discursos.
Ahora, en materia de reciclaje de equipos de “energía verde” hay un inconveniente realmente importante que hay que acotar: Los aerogenerdores, turbinas eólicas, baterías, y gran parte de las tecnologías catalogadas de “nueva generación” han sido consideradas como tecnologías y productos “No Reciclables” debido al altísimo costo que supone extraer los componentes primarios para reciclaje, y el bajo precio al que se pueden vender dichos productos, haciendo inviable económicamente recuperar estos desechos “verdes”.
La industria del reciclaje masivo es una industria que vale la pena incursionar en Latinoamérica, pues a pesar de los avances en materia de recuperación de desechos, aún no se logra alcanzar niveles de trabajo óptimos para todos los materiales: Metales, plásticos (acotar que no todos son reciclables), vidrio, entre otros… El reciclaje es la industria del alquimista, pero no todos se dan cuenta…
Y tú, ¿ya clasificaste tus desechos?
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Residuos Profesional
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