El consumo regular de pescado, especialmente variedades ricas en ácidos grasos omega-3, puede ser clave para promover la salud cardiovascular.
El consumo de pescado y mariscos es una práctica común durante la Cuaresma y la Semana Santa en Colombia, con un aumento proyectado del 6% en comparación con el año anterior, según cifras del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural respaldadas por el DANE. Aunque esta tradición es generalizada, no todas las personas conocen los beneficios para la salud cardiovascular asociados con el consumo regular de pescado.
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La Asociación Americana del Corazón recomienda incorporar pescado rico en grasas insaturadas, como los pescados grasos, al menos dos veces por semana para mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Aunque algunos individuos pueden preocuparse por la presencia de mercurio u otros contaminantes en el pescado, los expertos de la Clínica Mayo señalan que los beneficios para la salud suelen superar los posibles riesgos.
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Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado, como el salmón, las sardinas y la caballa, son particularmente beneficiosos para la salud cardiovascular. Estos ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La ingesta de al menos dos porciones de pescado a la semana, sobre todo de aquellos ricos en ácidos grasos omega-3, parece reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, incluida la muerte súbita cardíaca.
Lo que recomienda la FDA
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) recomienda que la mayoría de los adultos consuman dos porciones de pescado rico en omega-3 por semana, mientras que ciertos grupos, como las mujeres embarazadas o en período de lactancia, deben limitar su consumo de pescado que suele contener altos niveles de mercurio.
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Sin embargo, aquellos que no disfrutan del pescado pueden obtener ácidos grasos omega-3 de otras fuentes como la linaza, las nueces y el aceite de canola, aunque los beneficios para la salud cardiovascular pueden ser más pronunciados con el consumo de pescado.
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