La infancia debería ser una etapa de inocencia y seguridad, en la que los niños puedan crecer en ambientes libres de violencia y abuso. Sin embargo, en Colombia, las cifras de alarma de maltrato infantil muestran que este ideal dista mucho de la realidad. Los casos de violencia y explotación infantil, que deben ser tratados con la máxima severidad, a menudo quedan atrapados en un sistema judicial que parece insuficiente y poco eficiente. Aquí es donde entra la Ley Alexis y Sofía, una propuesta que busca dar un giro contundente en la justicia infantil del país.
Esta ley nace de la urgencia de proteger a los niños con castigos más severos y con menos beneficios para quienes cometen delitos contra la infancia. La Ley Alexis y Sofía aspira a ser un mensaje firme de cero tolerancia frente al maltrato infantil, con el objetivo de soportar las sanciones penales para quienes perpetren actos de abuso y violencia hacia los menores de edad. Desafortunadamente, en muchos casos, los crímenes contra los niños parecen ser tratados con una indulgencia que la sociedad no puede tolerar. “No podemos permitir que los crímenes contra los niños sigan siendo tratados como asuntos menores”, han expresado algunos activistas, con un sentimiento que cada vez cobra mayor resonancia.
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En Colombia, aunque se han dado algunos pasos en la creación de leyes que protegen a los menores, el problema radica en la falta de aplicación rigurosa de estas normas. Las denuncias, en su mayoría, siguen un proceso largo y complicado, y los victimarios logran obtener beneficios o condenas reducidas. La Ley Alexis y Sofía, entonces, representa no solo una medida legislativa, sino un llamado a la acción para las autoridades y la sociedad en general. Esta ley plantea la necesidad de enviar un mensaje claro: quienes atenten contra la inocencia y seguridad de los menores no merecen indulgencia ni atenuantes.
Sin embargo, la protección de los niños no puede depender únicamente de las leyes y de las autoridades. Cada miembro de la sociedad tiene un rol que jugar en esta causa. La educación en el hogar, la denuncia de situaciones sospechosas y el apoyo a políticas de protección infantil son medidas con las que cada ciudadano puede contribuir. La Ley Alexis y Sofía nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva hacia la infancia. No debemos olvidar que cada vez que un niño es víctima de violencia, toda la sociedad se ve afectada y, en última instancia, la indiferencia solo perpetúa el problema.
La discusión de esta ley en el Congreso es un paso hacia la justicia que los niños merecen. Como sociedad, es fundamental que exijamos que esta ley sea aprobada y que se aplique con rigor. También necesitamos líderes políticos comprometidos con la protección de la infancia y con el fortalecimiento de un sistema judicial que garantice la seguridad y el bienestar de los menores. En Colombia, es hora de dejar de hablar y empezar a actuar; de proteger a nuestros niños y hacer de la Ley Alexis y Sofía una realidad que marca la diferencia en sus vidas y en el futuro del país.
La protección de los niños es prioridad en cualquier sociedad, Colombia no debe ser la excepción.
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Por: Daniel Felipe Carrillo
Instagram: @felipecarrilloh1
Imagen: Alerta Tolima
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