Hoy quiero hacer visible una herida profunda que tiene nuestro país y es el reclutamiento de menores de edad por parte de grupos armados en zonas de conflicto donde no hay una presencia del estado por eso los niños y niñas se vuelven un objetivo fácil para estos grupos y con promesas falsas como mejores condiciones de vida y el acceso a recursos económicos para sus familias se los llevan injustamente a pasar necesidades que son duras de decir, como explotación sexual, raspando coca, sicarios y trabajo forzado.
Desde 1985 el Registro Único de Víctimas (RUV) contabilizó 8.095 niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de la vinculación a actividades relacionadas con grupos armados ilegales, no solo hace falta las fuerzas armadas, también todas las instituciones y organizaciones humanitarias a ellas deben garantizarles hacer su labor sin ningún tipo de violación o amenaza, brindar un bienestar en educación, salud y diversión, el estado debe mejorar las condiciones económicas y sociales de las familias que viven es esta zonas de conflicto.
Con la cuarentena que llevamos en zonas rurales hay muchos niños, niñas y jóvenes que no cuentan con la tecnología para acceder a una educación virtual que se ha vuelto común por estos meses tanto así que reclutamiento aumentó un 113% enero de este año a mayo fueron reclutados 128 niños y niñas, la cuarentena puede disminuir los contagios y hasta la economía, pero hay otras cifras que aumentan como este horror de llevarse a nuestros niños a un viaje sin regreso dejando a unos padres en una angustia profunda y en un peligro inminente a la violación de sus derechos, extorsión y hasta la muerte.
La sociedad en muchas ocasiones legaliza el maltrato y hasta se atreven a juzgar que todos los niños, niñas y adolescentes que están en la selva es por voluntad propia o porque ese es el futuro que les esperaba por estar en zonas de conflicto, que ridículos por pensar así.
Es inimaginable las huellas imborrables que deja la guerra en los niños, confío que con amor y una sociedad más humana y comprensible podamos ayudar. La resiliencia, esa aptitud que tienen las personas para sobreponerse a las más severas adversidades es más fuerte en los niños por eso debemos ser más humanos puede ser que ellos olviden rápido los traumas y adversidades, lo mejor es alejarlos de esas zonas de peligro y mostrarles un cambio positivo en sus vidas, que vuelvan a jugar, estudiar y ser felices.
Aún no dimensionamos el conflicto armado en nuestro país, pues este tema para muchos es invisible, por eso yo, lo quiero hacer visible, no solo en Colombia, en todo el mundo por ejemplo la guerra entre israelíes y palestinos que cobra vidas en su mayoría de niños porque son tan vulnerables que no entienden su realidad. Esa misma que la guerra y los gobiernos los obligan a vivir.
Por: Felipe RodrÍguez Peréz
Instagram: @Felipe_rodriguezp
Imagen: BBC NEWS
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.