20 años han pasado desde que empezó el siglo y el milenio, sin embargo, en Colombia parece que, en vez de avanzar, retrocedimos en el tiempo. Hay diferentes motivos para dar esta declaración, por ejemplo, el regreso de las masacres a diario, la cantidad de violencia que se está viviendo en las ciudades, entre otros, pero hoy, esta columna va a hablar del entretenimiento y de cómo las novelas del 2000 están siendo tendencia, aun cuando se supone que “los tiempos han cambiado”.
Yo soy Betty, la fea, volvió a RCN sin importar que no haya pasado mucho tiempo desde su última repetición, pues esta novela es la vieja confiable para ganar rating, pero Caracol no se quedó atrás y apostó por Pedro el Escamoso. Ambas novelas están siendo tendencia, aunque su historia se desarrolle en un momento en que, incluso el tono de contar las historias era diferente, pero esto se debe al hecho de que en Colombia todo parece seguir siendo igual.
Antes de hablar de lo malo que hay en el hecho de seguir viendo realidades de hace 20 años, quiero resaltar un punto del éxito de ambas novelas, y es que sus historias son reales, las dos producciones lograron mostrar hechos que a cualquier ser humano podrían sucederle, por lo tanto consiguieron algo muy importante y es la cercanía con el espectador, ya que todos hemos tenido un jefe gritón como Armando, o algún papá como el de Betty, o conocemos a alguien tan coqueto como puede serlo Pedro. A diferencia de muchas producciones actuales que se centraron en hacer promoción de la violencia y el narcotráfico olvidándose de aquellas historias reales y cercanas que eran mucho más divertidas y se vendían mejor.
Ahora sí llegó el momento de mencionar aquellos detalles que dan tristeza de ver reflejados en novelas de hace 20 años, por ejemplo el desempleo y el acoso sexual mostrados en estas producciones sigue siendo el pan de cada día de millones de colombianos, que al igual que Betty y Pedro se topan con pocas oportunidades, ya sea por su falta de experiencia o por su imagen; y que si tienen la suerte de conseguir un empleo pueden verse envueltos en situaciones como las de Pedro y Paula con sus respectivos jefes, quienes de una manera u otra los acosan recordándoles su posición de poder.
Ver esto me hace dar cuenta que Colombia avanzó tanto como pudo, pero que el eterno problema de los malos gobiernos ha hecho que el país se siga viendo igual que hace 20 años, es decir, sin muchas oportunidades laborales, con el clientelismo por delante, y con las mismas tragedias que hacen que el país no coja el buen rumbo que realmente se merece.
Colombia es un país que siempre sale adelante sin importar las circunstancias y que a pesar de todo ha mantenido la fuerza y la esperanza de un mejor futuro, pero es triste ver que en 20 años no lo hemos alcanzado aun cuando se ha luchado de tantas maneras, no obstante, no es momento de llenarnos de tristeza al ver nuestro país reflejado en producciones antiguas, más bien es momento de reflexionar, sin dejar de divertirnos con estas historias, y motivarnos a seguir en pie de lucha para que en 20 años, cuando nuestros hijos o nietos vean de nuevo Betty o Pedro el Escamoso se sorprendan al ver lo que era Colombia y no por el hecho de ver que sigue siendo igual.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Archivo Zona Captiva
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