Habrán visto ustedes, los recientes shows que hacen nuestros queridos gobernantes, entre ellos el “subpresi”, los ministros, los que trabajan para ellos, en fin, la lista de comediantes es bastante larga.
Y es que la semana pasada, nuestro querido “presi”, hizo otros de sus shows de comedia, esta vez, en un discurso de honor al fallecimiento del ministro de defensa: “así lo querí”. Y es que este error de dicción, se convirtió, en pocas horas, en una tendencia que suscitó toda clase de comentarios, críticas, memes, stickers y hasta anuncios publicitarios en las redes sociales.
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A esto, se suma la muerte del ministro de defensa, quien murió a causa del Covid-19, al no haber recibido la vacuna a tiempo. Lo cómico del asunto, es que tenia a disposición, todas las defensas del país a sus pies, pero la defensa que realmente necesitaba, no ha llegado al país todavía. las primeras dosis llegan por allá el 20 de febrero. El pobre ministro, que en paz descanse, también fue victima del pésimo servicio de salud que hay en este lindo país.
Otro evento que está para morirse de la risa y de la pena también, es la noticia publicado por varios medios nacionales, en donde la mayoría de sus titulares, decían (Claro, decían, porque ya salieron a decir que era mentiras) que el equipo colombiano encargado de negociar con las farmacéuticas para la adquisición de la vacuna contra el coronavirus, no sabía hablar inglés. Cuando vi esta noticia, y para ser sincero, no le di clic al enlace. Y es que realmente, ya da vergüenza y lastima, al estar gobernado por una partida de dizque profesionales, en donde solamente saben el berraco ridículo. Somos los hazmerreir del mundo entero.
Me gusta ser colombiano y este país tiene mucha potencia para resaltar ante los demás, pero con las vergüenzas de nuestros dirigentes, que, según datos históricos, desde la patria boba han tenido problemas para gobernar a este lindo país. Y una de las grandes consecuencias de ello, es que las nuevas generaciones, piensen irse a otros lugares, fuera de este “platanal” como le suelen llamar ahora. Y se preguntarán ¿de quien es la culpa entonces? La respuesta la hemos sabido desde siempre, la culpa no es de la vaca, es de usted, que se deja convencer de un tamal, de 50 mil pesos, de un puesto en la alcaldía o gobernación. La culpa de que seamos una vergüenza latina, es suya y mía, por no luchar por nuestros derechos, por no exigirlos de manera fuerte contra un gobierno nefasto.
Por: Samir Andrés Méndez Bonilla
Instagram: @Samir_mendez182
Imagen: Vanguardia
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