El incremento en los modelos de trabajo remotos e híbridos, tendencia acelerada por la pandemia, ha gatillado una rápida evolución desde las compañías tradicionales, establecidas rígidamente en oficinas, hacia empresas distribuidas en las que los trabajadores de todas las áreas se encuentran dispersos en diversas ubicaciones geográficas.
En este nuevo paradigma, la cohesión dentro de la organización, así como su capacidad productiva, ya no descansan en la cercanía física y la capacidad de vigilancia de las personas, sino en el fortalecimiento de la cultura organizacional y en un ágil flujo de información.
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De hecho, esta nueva forma de entender el funcionamiento corporativo, representa para Gartner una tendencia de rápida adopción. Para 2023, la consultora internacional proyecta que el 75% de las compañías que se transformen en empresas distribuidas lograrán incrementos en sus ingresos 25% más rápido que sus competidores no distribuidos.
De esta manera, concretar esta ventaja operativa depende de la capacidad de las compañías para gestionar el creciente volumen de datos que capturan, analizarlos, y transformarlos en decisiones generadoras de valor.
En este escenario, desarrollar técnicas de análisis de datos (D&A por sus siglas en inglés), cada vez más profundas y eficientes, es el desafío de los gerentes y directores de las áreas de Informática y Tecnologías, para mejorar los procesos existentes. Transversalmente, ninguna industria puede evadir esta realidad, por lo tanto, la capacidad de analizar datos se convertirá en un activo estratégico en sí mismo dentro de una organización.
Es más, D&A ya está cambiando la dinámica competitiva en todos los sectores, impulsando compañías hacia mejores resultados, gracias a la aplicación de análisis de datos cada vez más complejos y eficaces en sus decisiones de negocios.
Para lograrlo, es necesario adoptar estrategias D&A que permitan comprender la información no estructurada que llega de los variados canales digitales, y extraer conclusiones útiles para todas las áreas del negocio. Esto contribuye a mejorar el desarrollo de nuevos productos y servicios, además de optimizar los procesos y costos.
Esta funcionalidad es especialmente útil cuando nos enfrentamos a datos no estructurados, como correos electrónicos, documentos, imágenes, videos o audios, que son mucho más difíciles de procesar y analizar. Hasta hace poco, extraer valor de este tipo de información representaba un completo desafío, pero con los avances en D&A, estos procesos ya son más accesibles.
Por lo tanto, para poder aprovechar todos los datos, además de garantizar su disponibilidad, es necesario que el análisis ocupe un lugar central en las empresas. Y es que solo con completa disponibilidad, mayor cantidad de datos y procesos de análisis más detallados, es posible tomar más y mejores decisiones que generen valor al negocio.
Comunicado e imagen: Hitachi