Los desastres naturales enfrentan a millas de personas a evacuaciones y cortes de energía en distintas regiones de Estados Unidos como California.
El fuego avanza sin control en California, alimentado por los intensos vientos de Santa Ana, que alcanzan ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora. El incendio, que comenzó el martes en la comunidad de Pacific Palisades, ya ha destruido más de 1.200 hectáreas de terreno, obligando a más de 30.000 personas a evacuar y dejando sin electricidad a 62.000 habitantes del condado de Los Ángeles.
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El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta: “¡¡¡AVISO!!! Una destructiva y potencialmente mortal tormenta de viento se espera la tarde de este martes y la mañana del miércoles en Ventura y Los Ángeles”. Esta situación ha llevado al gobernador de California, Gavin Newsom, a declarar el estado de emergencia, instando a los residentes a mantenerse alerta y seguir las pautas de evacuación.
Por su parte, el alcalde interino de Los Ángeles, Marqueece Harris-Dawson, señaló que “tendremos todos los recursos necesarios a nuestra disposición”. Mientras tanto, las autoridades trabajan incansablemente para proteger a más de 10.000 hogares que se encuentran en peligro inminente debido al avance del fuego.
Los científicos advierten que el cambio climático está intensificando este tipo de desastres. Según los expertos, el aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas están creando condiciones propicias para incendios forestales más frecuentes y devastadores.
Tormenta invernal paraliza Chicago
Al otro lado del país, Chicago enfrenta una tormenta invernal que ha sumido a la región en una crisis. Desde el pasado domingo, intensas nevadas, hielo y vientos peligrosos han afectado a varias zonas, dejando a 175.000 personas sin electricidad desde Misuri hasta Virginia y provocando la cancelación de más de 2.400 vuelos, según los informes de PowerOutage.us y FlightAware.
El Servicio Meteorológico Nacional pronostica hasta 30 centímetros de nieve en algunas áreas, especialmente en los alrededores del lago Michigan, mientras que una gruesa capa de hielo hace que viajar sea extremadamente peligroso. “Una gruesa capa de hielo derribará árboles y líneas eléctricas, lo que provocará cortes de energía prolongados”, alertaron las autoridades.
Además, las temperaturas podrían descender hasta los -18ºC, con vientos helados que agravan las condiciones, mientras las tormentas eléctricas amenazan con traer granizo y tornados a los estados del sureste.
Acciones gubernamentales y consecuencias climáticas
El presidente Joe Biden aseguró estar monitoreando de cerca la situación y dispuesto a asistir a los estados afectados. Sin embargo, los efectos del cambio climático siguen siendo un tema recurrente en estos eventos extremos, que alteran los patrones climáticos y plantean desafíos cada vez mayores para las comunidades y los gobiernos.
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Estas situaciones críticas reflejan la vulnerabilidad ante fenómenos extremos y subrayan la importancia de abordar las causas subyacentes del cambio climático. Mientras tanto, miles de familias enfrentan la incertidumbre, aferrándose a la esperanza en medio del caos.
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