La cadena de valor es un conjunto de pasos productivos y servicios que tienen como objetivo la recolección, comercialización y transformación de la materia prima a partir de residuos provenientes de otras cadenas productivas o desechos post consumo. En el ciclo del plástico reciclado, se identifican dos cadenas de valor: para la industria del plástico y para la industria del reciclaje del plástico, este último con un efecto bucle que lo transforma en un modelo circular.
Se pueden observar los cinco eslabones de la cadena de valor de reciclaje de plástico observadas en el departamento del Atlántico, similares a como fueron identificados en la consultoría a la ciudad de Bogotá realizada por el Consorcio NCU-UAES (2018).
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Para la cadena de valor de reciclaje, la generación tiene dos fuentes: los consumidores y los transformadores, quienes originan los residuos sólidos conocidos como: pos consumo y posindustrial, respectivamente. Sin embargo, los transformadores son también quienes colocan los plásticos para el consumo.
Eslabones
Las características de los eslabones en la cadena de valor son:
Eslabón 1: La generación de residuos es el momento cero del proceso de reciclaje. Consiste en el uso de un producto cuyos componentes finales tales como empaques, sobras y componentes complementarios no son utilizados por los consumidores y pueden o no tener capacidad de aprovechamiento. Se pueden identificar dos fuentes de generación de residuos: los pos consumo y los posindustriales.
Eslabón 2: La recuperación de residuos conlleva actividades de separación y transporte, la cuales pueden ser desarrolladas por recicladores de oficio, organizaciones recicladoras o empresas privadas. La separación puede llegar a ser muy difícil para el pos consumo en términos de protección e higiene para el reciclador de oficio, debido a que desde el origen del residuo los materiales aprovechables pueden tener partículas de materiales contaminados o residuos orgánicos que limitan su reutilización o transformación. Mientras el residuo posindustrial es más limpio y generalmente se encuentran separados. El transporte de residuos hacia los centros de acopio es responsabilidad del separador. En este caso los recuperadores utilizan diferentes medios de transporte: saco, carretilla, vehículo motorizado, como camionetas o camiones.
Eslabón 3: El almacenamiento está a cargo de los centros de acopio, la estación de clasificación y aprovechamiento (ECA, por sus siglas) o las chatarrerías. Cuando el material llega a estos lugares, es necesario realizar un nuevo proceso de separación, para clasificar, pesar, empacar y enviar a los centros de bodegaje. Finalmente, cuando la cantidad llega a una cifra comercializable, se vende a las transformadoras. Por la gran cantidad de residuos, el transporte se realiza en camiones.
Eslabón 4: La transformación ocurre en las empresas tradicionales de producción de artículos plásticos de consumo, quienes le introducen nuevamente dentro de la cadena de valor del plástico. Este eslabón corresponde al final de la cadena de valor de reciclaje, pero también hacen parte del eslabón 1, lo que pone en evidencia el modelo circular del reciclaje de plástico.
Por: Ing. Michael Dueñas
Instagram: @michaelenginner888
Imagen: Medio Ambiente – Universidad Externado