Como siempre, Colombia por su ubicación geográfica y su gran riqueza natural y de recursos; sigue teniendo un lugar privilegiado en Latinoamérica en cuanto a energías renovables.
Hoy tenemos el turno de hablar sobre la energía producida a partir de la biomasa, en nuestro país pueden haber mayores oportunidades para este sector pero, aun existen inconvenientes preocupantes desde factores jurídicos, la ley 1715 de 2014 se desarrollo para aumen;tar el uso de los renovables, que tiene como objetivo reducir la dependencia en las centrales hidroeléctricas y disminuir el consumo de energía de plantas térmicas tradicionales. Pero la ley también tiene requisitos que para muchos inversionistas ralentizan la inversión privada en la bioenergía.
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La falta de claridad jurídica reduce la confianza inversionista en el sector. Además, la normativa no permite vender a la red eléctrica que no tenga confiabilidad lo cual excluye a los pequeños productores de biomasa por la intermitencia de esta energía. Esas comunidades quedarían por fuera de los beneficios tributarios y financieros.
No obstante, Colombia tiene un gran potencial para desarrollar fuentes de energía mediante el uso de la biomasa, esta proviene de residuos forestales y agrícolas (caña, banano, arroz, café y otros) y desechos urbanos como de animales además, esta representa alrededor del 17% de la matriz energética nacional.
Al ser uno de los países que más producen caña de azúcar y yuca, se reducen los costos de producción además, la alta competitividad es apta para la exportación de la biomasa solida y de biocombustibles.
Ventajas
La biomasa ofrece varias ventajas, el residuo se vuelve una fuente de calor o electricidad que representa ahorros en el costo de energía, ambientalmente; reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y ayuda a los países a mantener los compromisos internacionales en materia de cambio climático, socialmente promueve la independencia y la flexibilidad energética y además es fuente de empleo.
Para las zonas no interconectadas y las aéreas marginadas pueden significar el acceso a la electricidad y el desarrollo rural. Como conclusión nos queda decir una vez más que Colombia tiene y conserva su gran potencial energético pero, sin impulso estatal y conocimiento como apropiación de estas tecnologías todo esfuerzo será en vano.
Por: Ing. Michael Dueñas
Instagram: @michaelenginner888
Imagen: El Economista