Los habitantes de las ciudades más bulliciosas como Nueva York, Londres, Grecia y entre otras llevan más de un mes de confinamiento, pero las mascarillas desechables, guantes y productos desinfectantes, que nos protegen de la propagación del Covid-19, termina en las calles, en los mares y en la naturaleza.
Estos residuos están causando problemas porqué están llegando a islas deshabitadas como la isla Soko, a pocos kilómetros de Hong Kong, China. Según, Gary Stokes, del grupo ambientalista OceansAsia, se encontró más de 100 mascarillas durante tres visitas realizadas a la playa.
Cuenta Stokes, que el impacto de guantes desechables, mascarillas y otros equipos de protección individual son fundamentales para quienes luchan contra la pandemia, pero también son muy utilizados por el público. Tienen consecuencias negativas para la vida silvestre y la lucha contra la contaminación por plásticos.
Por otro lado, no hay un correcto reciclaje de las mascarillas, ya que en los hogares no ponen los colocan en los contenedores de reciclaje. Pero las mascarillas y guantes que no acaban en el medio ambiente ni en el mar, tampoco son fáciles de tratar. Por lo que, algunos tienen aditivos químicos que pueden dañar el medio ambiente cuando se descomponen y no siempre son una opción ecológica.
Es comprensible un retroceso en las prácticas de sostenibilidad en una época de crisis, porque todo el mundo quiere una mascarilla. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el lavado regular de las manos para frenar el contagio del virus, que el uso de guantes es para áreas públicas y el uso de las mascarillas de tela lavables para protección cuando se moviliza en el transporte público.
Con información de: DW español
Por: Elizabeth Rossini
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Imagen: rockandpop