Los arrecifes de coral son ciudades submarinas que sustentan una cuarta parte de la biodiversidad marina. Los arrecifes de coral inscritos en la lista del Patrimonio Mundial corren el riesgo de desaparecer de aquí a finales de este siglo.
Los arrecifes de coral declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO cubren más de medio millón de kilómetros cuadrados en todo el mundo –el equivalente al tamaño de Francia– y presentan una biodiversidad excepcional. Desempeñan un papel fundamental en la absorción de las emisiones de carbono y protegen las costas de las tormentas y la erosión.
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Sin embargo, ha saltado la señal de alarma tras los últimos datos científicos conocidos. La decoloración coralina se está produciendo de manera mucho más rápida de lo que sugería la ciencia inicialmente. Estos corales “blanqueados” son más vulnerables a la inanición y a las enfermedades y tienen una tasa de mortalidad cada vez más elevada.
Este año, por primera vez, la decoloración masiva de los corales se ha producido en un periodo tradicionalmente más frío, conocido como La Niña. Con el actual escenario de emisiones de gases de efecto invernadero, todos los arrecifes incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial corren el riesgo de desaparecer a finales del este siglo.
¿Cómo protegerlos?
La situación de los arrecifes de coral a nivel mundial es grave. Según la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos, desde 2009 se han perdido unos 11.700 kilómetros cuadrados de arrecifes. Sin embargo, aún es posible actuar para salvaguardar los que aún están vivos.
Esto dependerá la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de acciones como las soluciones basadas en la naturaleza. A su vez, esto requiere del fortalecimiento de las comunidades locales, las cuales pueden garantizar el uso sostenible de los arrecifes.
Por último, es necesaria la inversión en iniciativas de restauración de estos. Esto, acompañado de un esfuerzo en el manejo integrado de zonas costeras, con el fin de disminuir el impacto que tiene el mal manejo de residuos sobre estos ecosistemas. Cabe recalcar que el mar empieza desde las ciudades y todos los impactos en él tienen repercusiones en los océanos.
Con información de: WWF
Por: Vanessa López Diaz
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Imagen: Pexels