Investigadores de la Universidad Javeriana y la Universidad del Valle detectaron residuos de plástico y hormonas en algunas fuentes hídricas de Bogotá y Cali.
Estos contaminantes encontrados en cuatro tipos de aguas en Bogotá y Cali, llamados también disruptores endocrinos, se liberan poco a poco, con mayor facilidad cuando entran en contacto con el agua; y más aún cuando el material que los contiene se calienta.
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El ingeniero Jaime Lara, profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Javeriana e investigador del grupo Ciencia e Ingeniería del Agua y del Ambiente; indicó que este tipo de residuos podrían desarrollar enfermedades crónicas. En su apreciación, indica que es preferible para la salud tomar agua envasada en vidrio.
Investigadores javerianos y de la Universidad del Valle estudiaron la concentración de plastificantes, fármacos y otros aditivos en el agua potable, el agua de escorrentía, los ríos urbanos y en el agua residual; encontrando mayores concentraciones en esta última.
Evidencia en la toma de muestras de agua
Hallaron residuos de drogas como carbamazepina ―un anticonvulsivo y antidepresivo de uso común—, ibuprofeno y naproxeno; pero en mayor proporción unos plastificantes llamados ftalatos, que se usan en los sectores de la construcción y automotriz, en envases plásticos de alimentos y en colonias y cosméticos, porque le confieren elasticidad y flexibilidad al material. Estos ftalatos y la carbamazepina se encontraron en las cuatro matrices acuáticas analizadas en niveles superiores a los valores que reporta la literatura científica.
Preocupa el hallazgo de bisfenol A, plastificante mejor conocido como BPA, que se usa en empaques de alimentos, botellas de agua, en la fabricación de algunos electrodomésticos; también, de hormonas provenientes de anticonceptivos ―estradiol y estrona, principalmente―, que, en el caso de Cali; aunque se encontraron en bajas concentraciones, “se consideran importantes por ser de los compuestos con mayor potencial de disrupción endocrina”, de acuerdo con uno de los estudios publicados por los investigadores de ambas universidades. Cuando esas hormonas llegan al ambiente, pueden alterar, por ejemplo, la reproducción de los peces.
Con información de: El Espectador
Por: Rider Colina Castro
Instagram: @colinarider_
Imagen: El Clarín