El pasado 11 de enero, Bogotá inició la ampliación de pico y placa, con el fin de reducir los trancones y descongestionar la ciudad mientras se llevan a cabo una serie de obras públicas, medida que ha sido positiva durante los primeros días de aplicación.
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Tras entrar en vigor la nueva normativa de pico y placa en Bogotá, muchos conductores han optado por acogerse a las iniciativas de la alcaldía para poder hacer uso de su vehículo durante las 15 horas de restricción que fueron impuestas, llevando a que cerca de 29.718 carros paguen una cuota para salvarse de las multas por transitar el día que no les corresponde, representando un aumento del 59,6% con respecto al 2021 en tan solo los tres primeros días de activación de esta medida, según informo la Secretaría de Movilidad; lo cual se ve representado en el recaudo de 7.393 millones de pesos, dinero que según dio a conocer la alcaldesa, Claudia López, serán usados para mejorar la infraestructura vial.
Sin embargo, muchos de los capitalinos han optado por comprar un segundo vehículo, a pesar de que la alcaldesa ha recalcado en varias oportunidades que esa no es la idea de este pico y placa, a pesar de ello, se han registrado un alto crecimiento en la adquisición de vehículos usados para poder movilizarse por la ciudad cualquier día sin problema.
A pesar del desacuerdo que manifiestan muchos de los ciudadanos, durante estos días se ha visto una leve mejoría del 4% en el tráfico vehicular, aumentando en un 30,8% la velocidad promedio de movilidad, evidenciándose en la Calle 13, Avenida Boyacá, Avenida 26, Autopista Norte y Autopista Sur; de igual modo, se debe esperar aún a que se restauren totalmente las actividades en la ciudad para verificar su funcionamiento, puesto que aún no se ve la congestión por las rutas escolares y algunos vehículos de servicio público.
Con información de: Pulzo
Por: Darly Daniela Ruiz
Instagram: @darlyru2
Imagen: El Espectador