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A 24 años del deslave del Vargas, cuando Venezuela se quedó sin Navidad

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Venezuela
Imagen de: El Nacional

Llega diciembre, las festividades de la Navidad entre muchas otras se entrelazan con la vida cotidiana, nos preparamos para celebrar y compartir con nuestros seres queridos; el ambiente se vuelve más carismático que de costumbre, y empezamos a planificar las vacaciones con el fin de aprovechar lo mejor posible las fiestas decembrinas.

Esta semana se cumplen veinticuatro años de una catástrofe natural que cobró en pocas horas la vida de miles de personas y modificó para siempre la línea costera del litoral central venezolano, tan caro a los caraqueños.

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El cataclismo fue tan devastador que nunca se sabrá a ciencia cierta cuántas muertes causaron los deslaves y corrimientos de tierra originados por dos semanas de lluvias inusitadamente torrenciales que en 1999 afectaron todo el territorio nacional venezolano.

El mismo día en que el entonces presidente Hugo Chávez llamaba a los venezolanos a votar en referéndum la Constitución con la que quería consagrar el triunfo definitivo de su «Revolución», las montañas del estado Vargas, que llevaban semanas empapándose bajo unas lluvias de una intensidad inusual, comenzaron a vomitar ríos de agua, lodo y piedras hacia la costa.

En realidad, muchos expertos creen que gran parte de los estragos pudo haberse evitado.

José Luis López, ingeniero hidráulico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), es uno de los científicos que más ha estudiado la tragedia de Vargas.

«La catástrofe se produce debido a la incontrolada ocupación urbana de los abanicos aluviales, gargantas de las quebradas y laderas de los cerros circundantes, sin la presencia de obras de control ni sistemas de alerta temprana que hubiesen podido avisar a la población para evacuar las zonas de peligro», escribe en uno de sus artículos.

Como sucedió en Carmen de Uria, zona en la que creció una población y que hoy ya no existe, hubo ríos que se desviaron para levantar edificios. Y ese día, saturado de agua el suelo, exigieron con toda la fuerza de la naturaleza el curso que el hombre les había arrebatado.

La Defensa Civil llegó a hablar de 30.000 «sepultados» y el representante de la Cruz Roja Internacional, George Weber, estimó que el número total de muertos debía rondar los 50.000, pero se cree que ambas cifras son exageradas.

Aún así, la fecha de este desastre aún persiste en la memoria del venezolano, que anualmente recuerda cómo en cuestión de horas, la noticia de semejante desastre culminó con el festejar decembrino, para pedir auxilio al mundo, y buscar consuelo de tan dolorosa tragedia…

Ocurrió en 1999, pero se recuerda aún como si fuera ayer.

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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: El Nacional
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.

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