Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo mueren 67 mil mujeres por abortos mal practicados, lo que equivale al 13% de la mortalidad materna. Traduciendo esas cifras a un estimado en Colombia (no se puede tener una cifra exacta, debido a que antes el aborto era ilegal a no ser que estuviera amparado en una de las tres excepciones propuestas por el gobierno), al año 70 mujeres, de las 780 muertes maternas en el país, se deben a abortos clandestinos. Para evitar que esta cifra siga en aumento con los años, el pasado 21 de febrero la Corte Constitucional Colombiana falló a favor del aborto legal y seguro hasta la semana 24 de gestación, y después de este tiempo, seguirá rigiendo la sentencia C-355 del 2006.
El fallo de la Corte Constitucional devolvió el tema del aborto a la mesa de debate, trayendo de nuevo a los detractores y personas a favor del aborto legal y seguro en Colombia. La mayoría de estos debates se han dado en redes sociales y, aquellos que no están a favor del aborto, han dado argumentos que a simple vista parecen válidos, pero qué es necesario analizar a detalle, para que de manera objetiva se entienda que este fallo no tiene nada que ver con cuestiones morales sino con un tema de prevención y cuidado de la salud pública, porque sí, el embarazo y el aborto son temas de salud pública.
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Uno de los argumentos más comunes es que «ahora las mujeres usarán el aborto como método anticonceptivo». En primera instancia, se debe aclarar que al momento de practicar un aborto, los dolores que pueden generarse no son para nada agradables para una mujer, por lo que, ninguna se sometería a este proceso porque sí, pues el proceso que vivirá el cuerpo es fuerte y se corren riesgos.
Adicionalmente, el aborto no es un método «anticonceptivo», pues en esencia, un método anticonceptivo es aquel que previene un embarazo, y el aborto no previene un embarazo, lo interrumpe, que es distinto.
Por otro lado, se encuentran quienes dicen que «para evitar abortar la mujer tiene muchos métodos anticonceptivos que puede usar». Este es uno de los argumentos que pueden verse válidos, si nuestro país realmente garantizara el derecho a la planificación familiar en todo su territorio, pues, les puedo decir desde mi experiencia, que aún con recursos, a veces es difícil acceder a estos métodos anticonceptivos. Ustedes dirán que es falso, pero no. En el 2017, mi EPS dejó de entregarme mi método anticonceptivo porque había desabastecimiento, y así fue durante meses, llegando a tal punto que preferí desde entonces pagar particularmente mi método y así evitar que la EPS jugara con mi derecho a la planificación.
Asimismo, es necesario recordar que los métodos anticonceptivos suministrados a las mujeres son en su gran mayoría hormonales, los cuales generan cambios fuertes en su cuerpo y algunas no los toleran. Sé que algunos dirán que no es excusa, pues existe el condón, y sí, existe el condón, pero el condón que normalmente se conoce es de uso masculino, por lo tanto es decisión del hombre usarlo o no, y los femeninos no siempre son de fácil acceso en las droguerías del país.
Existen más razones por las cuales los detractores al aborto legal y seguro en Colombia siguen consternados por su aprobación, sin embargo, de manera objetiva y dejando de lado las creencias religiosas y morales, se debe aceptar que esta decisión salvará muchas vidas en el país, muchas mujeres por fin podrán acceder a una maternidad elegida sin presiones y de esta manera, se garantizará que niños y niñas crezcan en ambientes más sanos para su desarrollo como persona, pues una maternidad elegida reduce significativamente los abandonos y las malas condiciones de vida del niño o niña que llegue al mundo.
El aborto legal y seguro no es «matar un bebé», es permitir que mujeres que mental y económicamente no pueden tener hijos no se vean obligadas a hacerlo, y aunque muchos dirían que podrían darlos en adopción, pero recordemos que hay más de 26 mil niños en Colombia por adoptar y que la mitad de ellos podrán llegar a etapas de difícil adoptabilidad (niños entre 8 y 17 años), lo que se traduce en que la posibilidad de llegar a los 18 años sin ser adoptados nunca.
El derecho a la vida es fundamental, pero también lo es el derecho a decidir sobre ser mamá o no, pues solo con traer un bebé al mundo no se garantiza que este tenga buenas posibilidades para una vida digna, y es ese punto en los que muchos que están en contra no ven, se puede obligar a una mujer traer al mundo un bebé, pero desde este nace, nadie se preocupará por el bienestar de esas dos vidas y, es ahí, donde empiezan los problemas sociales como la desnutrición infantil, la violencia intrafamiliar, los abandonos, entre otros.
El aborto legal y seguro es para que todas las mujeres, sin importar su condición social y su lugar de residencia, pueda elegir ser mamá. Créanme, no es para que las mujeres vayan a abortar a cada rato, es para que aquellas que de verdad ser mamá no es opción, puedan tener garantías de vivir después de interrumpir su embarazo. Por último, les quiero recordar que el aborto es una decisión y ninguna mujer está obligada a practicarlo si va en contra de sus creencias, pero también nadie puede criticar la decisión de aquella que sí lo haga.
El aborto en Colombia debe dejar de verse como un pecado (incluso por los doctores) y comenzar a pensarse objetivamente desde la salud pública. Pues en lo que todos estamos de acuerdo, es que ninguna mujer debería morir por abortos clandestinos.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Archivo Zona Captiva
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