El país celebra, el éxito de la ‘Operación Esperanza’ de las Fuerzas Militares, tras el hallazgo de los hermanitos Lesly, Soleiny, Tien y Cristin, pero aún más la gallardía de la adolescente del grupo.
Cuando suceden cosas como las ocurridas tras el incidente de esta avioneta en la que viajaban los niños y en donde lamentablemente perdieron la vida el piloto Hernán Murcia Morales, el copiloto Hernán Mendoza Hernández y Magdalena Mucutuy madre de los valientes pequeños que hasta esta semana estuvieron perdidos en la selva, no podemos más que dar gracias a la vida que entre tanta adversidad nos da muestras de esperanza y valentía, viniendo de personitas tan indefensas.
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Aparecieron los niños perdidos en las selvas de Guaviare, desorientados, deshidratados, adoloridos, pero jamás desunidos ni vencidos. Dando ejemplo de un espíritu indomable de supervivencia, dejaron atrás el dolor, para poder vivir, esa es una lección que todos deberíamos aprender.
Somos seres de apegos, banalidades y poca fe, y los hermanos Mucutuy, pasaron por este calvario de más de 40 días para que el país entero viera en su historia una luz en el camino, un faro guía para avanzar en la vida, no importa el tamaño de las dificultades que se nos presenten, el lema es avanzar.
Capítulo aparte merece Lesly, quien por ser la mayor quizá en medio del dolor de ver inerte a su propia madre decidió seguir para salvar al resto, ella es la hermana mayor que todos quisiéramos tener en la vida. Pocos tenemos esa suerte de tener hermanos que se toman muy en serio la tarea protectora que se les encomienda cuando se convierten en hermanos mayores. Yo veo a Lesly y agradezco que yo también tengo una hermana así, que desde niños se hizo cargo de nosotros y a la fecha lo sigue haciendo, porque le nace y es así de noble como Lesly. Hay que tener un corazón de acero para aguantar el dolor de la pérdida materna y aun así mostrar a través del valor y una ‘berraquera’ digna de esta noble región, el amor más grande del planeta, ese que protege, salva, cuida, permanece y no se rinde.
A Lesly mi respeto infinito, a sus hermanitos mi abrazo, a las autoridades mis felicitaciones, pero para Wilson, el perrito de la fuerza que se extravió buscándolos, mi oración desde el corazón para que la selva lo cobije como lo hizo con los niños hasta que regrese a casa, él también es un valiente, un héroe de cuatro patas al que ojalá sigan buscando. Dios bendiga a los niños del Caquetá y del mundo.
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Video MinDefensa
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