No soy muy entusiasta de los problemas, realmente me he pasado gran parte de mi vida intentando abogar por la solución más cordial a los problemas que se me han presentado en la hasta ahora corta vida que he disfrutado.
Con sus altos y bajos, uno entiende con el pasar de los años, que las cosas tienen un cómo y un porqué, y muchas veces el porqué de las cosas tienen un trasfondo heroico: Pueden salvar tu vida.
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A diario puedo observar en cualquier plataforma digital, una cantidad enorme, de errores humanos que garantizan que durante los próximos milenios se sigan repitiendo hasta el fin de los tiempos si es que existe ese final, porque no hay una concientización clara de los asuntos reales que le incumben a las personas, sino que, por dejarse llevar por las emociones e ideas infundadas, se distraen de los problemas y amenazas reales que pueden anticiparse, prevenirse y atajarlos de manera oportuna.
El ejemplo más fácil de demostrar es el que concierne al ámbito laboral: Los accidentes laborales a diario son una pesadilla, sea culpa de las compañías o de los mismos trabajadores, quiénes por ignorancia, omisión, o imprudencia caen en ellos de manera irreparable.
Las empresas suelen ocurrir en la imprudencia de elegir reducir la mayor cantidad de costos operativos posibles, para poder acceder a un mercado cada vez más competitivo, pero descuidando los recursos más valiosos que hoy en día una empresa ha de tener: Los recursos humanos.
Por otra parte, hay una cultura fenomenal muy arraigada en quienes hacen vida dentro de las fábricas, oficinas, locales y demás, de creer que las restricciones, protecciones y aislamientos que se proveen dentro de una compañía son meramente una formalidad y no deben de seguirse al pie de la letra, lo que da cabida a una serie de errores que debilitan fuertemente la seguridad del individuo y da campo abierto a toda clase de incidentes que en un porcentaje terminan siendo letales para quien las sufre.
Ese comportamiento común de querer gestionar amenazas a voluntad, de manera arrogante e improvisada tiene un costo fuerte para quien lo ejecuta, la pregunta es ¿qué sentido tiene buscarse problemas gratis?, ¿qué sentido tiene desperdiciar recursos en reparar los errores que se pudieron haber prevenido en el pasado?
La gestión de recursos a plazos es un arte que muchos desconocen, pero el de crear problemas bastante bien que se practica a diario…
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Grupo GAMI
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