No tengo que hacer un extenso cartel con coloridas imágenes y textos, estadísticas, ensayos ni reportes técnico cientificos, ni conferencias extravagantes además de discursos televisivos o publicitario para demostrar lo que todos ya sabemos, por demás: El café colombiano tiene calidad de Exportación.
Pero, ¿Qué significa eso? ¿Volumen? ¿Sabor? ¿O simplemente un inscrito en el mundo del mercadeo que alardea de los productos que ofrece?.
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Sinceramente podría decirse que todas son ciertas pero individualmente corresponderían a una ambigüedad tremenda.
Un buen café se define en tres parámetros: Sabor, color, y aroma. Para no entrar en detalles técnicos, pues eso se lo dejo a los profesionales del área, los parámetros del café colombiano están en parámetros óptimos para su reputación, pero seria inútil si su producción no puede llegar a donde es requerido, por lo tanto, el volumen de café exportado también es un parámetro importante para sostener su viabilidad, y los factores económicos son importantes aquí: No se puede esperar una mejora en la capacidad exportativa si los impuestos aumentan, si los costes nacionales se desestabilizan, y si no hay un control que impida que factores adicionales promuevan que se obstaculice el tránsito productos terminados tanto dentro como fueras del país.
Lo demás se lo dejo a nuestros disciplinados hombres y mujeres del café, que día a día en sus campos laboran arduamente, grano por grano buscando siempre entregar lo mejor: ¡Que mejor premio para una persona que pide un tinto por la mañana, en una reunión, con la familia, o a solas, que saber que los que están detrás de ese grano de café molido han dado lo mejor de si para el confort de sus degustadores.
Viva el café… Con calidad de exportación, con nuestra calidad.
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Café Saula
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