¿Cuántas veces has tenido que mover cielo y tierra para poder estar presente a tiempo, en forma y preparado frente a la incertidumbre, para atender a un cliente que ni siquiera sabes si de verdad, de manera segura, va a cerrar un negocio contigo o con tu compañía?
Horrible sensación de entender, después de una reunión que pudo ser un correo, un viaje que pudo terminar siendo una videollamada, un centenar de escenarios que pudieron ser cosas mas simples pero que no lo fueron por razones que no se entienden hasta que suceden…
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Ahora, ¿Vale la pena gastar toda esa energía, sudor, estrés, en un cliente que puede o no puede o pudiera ser un cliente que de verdad cierre negocio contigo?
La respuesta: depende…
Depende de cómo sea el cliente, depende de qué negocio esté en proyecto, depende de si la certeza está garantizada…
Eso es parte de la experiencia que aprendemos a lo largo de los años pero, ¿Vale la pena el noviciado?… Vale la pena, porque hay que aprender…
¿Por qué aprenden las personas? Aprenden porque escuchan las anécdotas de otros, o aprenden porque se estrellan contra la realidad, y les toca aprender a la fuerza…
Soy partidario de que las enseñanzas importantes que puedan aportar a la sociedad cuando se comparten, se deben de revelar…
Calificar a un cliente no puede ser después de cerrar un negocio, sino al contrario, debes de calificarlo al momento de recibir la primera llamada…
Hemos pasado generaciones estrellándonos contra la misma pared una y otra vez, ¿Queremos aprender? Si, pero nunca internalizamos la manera correcta de hacerlo…
Y no nos enseñaron a leer a las personas, lo más crucial para poder calificar a un potencial cliente para tu negocio. No se trata de discriminar a quienes tienen intenciones de comprar muy poco por falta de presupuesto, o comprar mucho porque ofrecen villas y castillos, es saber desprender lo que es real, de la mentira… Es y será siempre tu mejor baza para ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero: el tiempo es oro y lo lloran los santos, o eso decía mi padre…
Sigue consejo y llegarás a viejo, el tiempo te lo dirá…
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Universidad ORT Uruguay
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