¿Podría un Estado democrático ser equitativo con sus habitantes, cuando por lo menos el 80 % de sus tierras más productivas es de un grupo selecto de poderosos que manejan la política y la economía a su antojo?
Según el informe para el Desarrollo Humano 2011 de la ONU, Colombia es el tercer país más desigual del mundo, sólo Haití y Angola lo superan, y en nuestra región del Sur ocupamos el primer puesto gracias a la corrupción, el apoderamiento de tierras por parte de grupos subversivos comandados por grandes terratenientes, la violencia, los altos impuestos y la manipulación política. Los ciudadanos elegimos en Colombia, pero elegimos mal, a conveniencia, sin consultar, sin conciencia, sin educación, y es que ahí radica el problema, nos falta educarnos, nos falta leer, nos falta prepararnos.
Le hemos dejado el país ha aquellos que “saben manejarlo” presidentes de apellido que tan solo han sido títeres de las familias más poderosas, congresistas muy bien preparados, con títulos en las mejores universidades que legislan a favor de ellos y manejan los presupuestos de sus regiones a su antojo y conveniencia. EL 26,9% de los colombianos vive en la pobreza extrema (Dane, 2019) y tan sólo el 22 % tiene un título universitario (El tiempo 2018). La pobreza y la falta de educación en un país donde cuesta más de 30.000 dólares poder educarse, y el sueldo mínimo está por debajo de los 300 dólares mensuales, nos deja lejos del sueño de poder tener más “Equidad y más educación”, tendremos menos gente educada cada año por falta de recursos y más ricos asumiendo el poder, y así es que estamos “construyendo país”.
Un país como Colombia no ofrece bienestar para todos, aquí siempre es lo mismo, los ricos son cada vez más ricos, y evaden impuestos, los pobres son cada vez más pobres aunque reciban subsidios, y la clase media, paga muchos impuestos, vive endeudada y tiene cada vez menos. Los ricos controlan las grandes empresas que los presidentes benefician cada 4 años, son dueños de los medios de comunicación que criminalizan las protestas como las del 2019, el 21N dónde los inconformes salieron a protestar para que no pasara de nuevo un “paquetazo” de propuestas hechas a medida por el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, para incrementar impuestos y reducir los beneficios de las pensiones de todos.
¿Por qué un IVA tan alto? 19% a todo lo que consumimos diariamente y que los colombianos no lo vemos normal, pero en las finanzas de todos se ve seriamente reflejado, pues ese IVA no nos beneficia en nada. Colombia no es un Estado de bienestar para sus ciudadanos y falta años luz para llegar a serlo, duele decirlo, porque el pesimismo cada vez deprime más a las nuevas juventudes, endeudadas y esclavizadas a este sistema, jóvenes que quieren trabajar y salir adelante para poder llegar a tener algo de ese 20% de tierra que nos queda.
Por: Juan Diego Neira
Instagram: @juandiegoneirab
Imagen: Volemos
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.
