En mi familia las mujeres siempre han sido las que marcan la guía, ellas se han convertido en las matriarcas de varias generaciones. Mi bisabuela, con quien tuve la fortuna de crecer durante 15 años, mi abuela, mi tía, y claramente mi mamá; han sido mi “mamá” a lo largo de mi vida, y de cada una de ellas he aprendido valiosas lecciones.
De las mamás de mi casa aprendí que una mamá es la primera fuente de cariño que uno tiene en el mundo, pues desde que se está en el útero, ella nos transmite miles de emociones que marcarán para siempre nuestra vida, pero igual, también entendí que una madre no necesariamente es aquella que nos llevó en su vientre, pues hay mujeres y hombres que asumen esta tarea desde el corazón y no la sangre.
Las mamás son superhéroes, profesoras, psicólogas, doctoras, chef, entre otras miles de profesiones que desempeñan en su tarea de ser mamá, y aunque algunas las desarrollan mejor que otras, siempre intentan dar lo mejor para su familia. La figura de mamá es irremplazable, ella es uno de los pilares fundamentales de la existencia humana, tanta es su importancia que hay un día completo para celebrarlas.
La celebración del Día de la Madre es una de las fechas más importantes alrededor del mundo, durante ese fin de semana es común ver los restaurantes llenos, los arreglos de flores están en cada esquina, los descuentos para los regalos son impresionantes, y la gente viaja todo lo que sea necesario con tal de estar con mamá. Sin embargo, en este 2020 la celebración será totalmente diferente.
El Covid–19 nos transformó por completo la manera en que celebramos los momentos especiales, y ahora, el Día de la Madre no tendrá calles ni establecimientos llenos, ahora la celebración será de lejos, pues la distancia es la mejor manera de mostrar cariño. Este Día de la Madre tan atípico nos devuelve a la esencia de la fecha, y nos recuerda que no es necesario gastar montones de dinero en regalos que tal vez ni siquiera mamá necesita o quiere, sino que lo realmente importante es el amor y el cariño que podemos transmitirles. Algunos tendremos la fortuna de vivir con mamá al lado, otros deberán felicitarla por videollamada, y algunos más tendrán que hacerlo mirando al cielo, pero no importa la manera en que digamos ¡feliz día mami! Sino el amor con el que se lo hagamos saber.
Como mamá ninguna, pues no hay mejor consejera, guía, y amiga que ella; y a la distancia o en cercanía, una madre siempre tendrá un lugar reservado en el corazón de sus hijos. Ellas son una muestra perfecta que Dios existe, en su mirada se puede ver lo que realmente significa el amor incondicional e infinito. Ser mamá es una decisión de vida, que algunas toman con anterioridad y a otras les llega por sorpresa, pero que al final del día solo está reservada para personas valientes, porque decidir formar un ser humano para este mundo tan loco es algo que no todos podemos lograr.
A todas las personas que cumplen la tarea de ser mamá, ya sea de sangre o de corazón, infinitas gracias por su presencia en la vida, sin ustedes las cosas no tendrían sentido. A todas las mamás del mundo, como ustedes ninguna.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Freepik
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