«Los negocios son negocios» dice un viejo refrán, cuántas veces no hemos oído o visto en películas y situaciones reales, resultados de hechos que de primera mano pudieran ser repudiables en parte o en un todo, tal vez por la crudeza con la que los asuntos son tratados…
Por ejemplo podríamos hablar de la resolución de un contrato de alquiler, un crédito bancario, o un compromiso, que por el simple y más mínimo fallo de una de las partes, la otra resuelve acabar con la relación y tomar cartas en el asunto.
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Al igual que las relaciones interpersonales, los negocios son asuntos de interés mutuo, en la que si una de las partes no ve la necesidad de mantener una relación, pues simplemente se elimina, y se busca un sustituto, algo que pueda cumplir con unas expectativas, provea unos recursos, y garantice en el largo plazo el mantenimiento de dicha interdependencia.
Todos sabemos que un matrimonio fracasa cuando una o ambas partes acuerdan que no se han cumplido los términos que esperaban que el otro cumpliera por X o Y razón, igual pasa en las empresas, las instituciones y entre los países también, y es el mejor ejemplo…
Las negociaciones entre países nos recuerdan algo: Si no me hace falta estar contigo, ¿Para qué te necesito?; integración, defensa, libre tránsito, o simplemente el mero hecho de comerciar lo que me hace falta o lo que me sobra con el otro, es motivo de negocios, pero cuando no hay motivos, o esos motivos son suplidos por un tercero, se toma la decisión más ventajosa para mí propio beneficio, y el de los míos.
Cuando los negocios se discuten, nada más importa, si no se considera algo en la mesa de negociación, es porque o no contribuye positivamente a ella, o es ajeno a ella y por lo tanto queda fuera de orden.
El enfoque que se tenga a la hora de observar las ventajas y desventajas de cada situación, marcarán el beneficio que pueda aprovecharse de cada decisión tanto presente, como futura.
O se hace un buen negocio, o no hay negocio, es el lema que se debe tener en cuenta, pues da a entender algo cierto: El beneficio se mide en el tiempo, no al momento.
¿Hacemos Buenos negocios?
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Freepik
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