Despierta, son las 6, de la tarde, ¿a qué hora piensas ir a…
Te levantas corriendo, sales volao’ de esa cama directo al baño, te bañas, te cepillas, sales corriendo para vestirte, sabes que te queda poco tiempo y que ese compromiso no lo puedes fallar, es la última oportunidad que te queda.
Pero espera, ¿Cómo llegamos aquí?, bueno, ¿Qué hizo que llegaras a este punto?. ¿Cómo fue que todo esto ocurrió y ahora te mueres por llegar a tiempo?
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Cosas interesantes podrían decirse, cada caso es particular, pero en definitiva todo se resumen en lo siguiente: Indisciplina, falta de enfoque, desmotivación y/o TORPEZA… que es como mezclar las 3 anteriores en un vaso y en vez de tomárselo, dejar que fermente.
Pero si es indisciplina, ¿Cómo llegamos a querer estar ahí a toda costa?… Sencillo, hay una razón específica, necesitamos lograr algo, hacer algo, demostrar algo, y requerimos urgentemente presentarnos en ese evento, y vamos a hacer lo que sea necesario para estar ahí, sin excusas, sin retrasos, sin importar lo que los demás digan al respecto, estaremos, aunque sea la primera vez que haremos algo disciplinadamente en nuestra vida reciente.
Pero hacer algo disciplinadamente no empieza con despertarse tarde, aunque es un comienzo, a todos nos sucede alguna vez pero nos vamos adaptando para que no suceda, o lo menos posible, y es algo que trae a la mente la filosofía minuciosa del estudio del ajedrez para la vida diaria: Cada acción trae una consecuencia, cada acción está condicionada por una amenaza y una recompensa, no eres el único que depende de tus acciones, y tus contrincantes también son los condicionantes tanto de tus acciones como de las tuyas propias.
Impresionante cuando te pones a analizarlas en detalle, pero mínimas cuando te acostumbras a estar día a día pendiente de mantener todo en orden, pues de la constante presión simplemente queda adaptarse, y mantener estrategias en razón de responder a cualquier anomalía, bajo control.
Es disciplinarse en razón de la meta, no llegar a la meta en razón de la disciplina, porque has decidido que esa meta te conviene y ahora harás lo posible por llegar a ella, y no habrá quien te detenga.
¿Les ha pasado que no lograron algo por indisciplina? Pasa…
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Trabaja y Triunfa
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