Colombia se encuentra en cuarentena desde el 24 de marzo, y Bogotá le lleva al país tres días más, pues la capital inició el aislamiento desde el 20 del mismo mes. En estas tres semanas que la población ha estado confinada en casa, muchos conflictos han surgido con diferentes poblaciones, pues hay quienes siguen saliendo a conseguir su ingreso diario y se ponen en riesgo, aunque esta actividad que es entendible sobre todo en un país en que hasta los ingresos solidarios que se le prometieron a la gente están manchados por una posible corrupción; pero hay otro grupo que sale a la calle sin motivo alguno y pareciera que lo hicieran solo por llevar la contraria.
Ante esta situación he empezado a creer que la cuarentena en Colombia no se cumple por falta de ingresos, porque entre todo, la mayoría de aquellos que necesitan ayuda buscan la manera de acceder a ella desde casa, como con los trapos rojos, sino porque en Colombia la gente le encanta llevarle la contraria al gobierno. Si el presidente dice sí, el pueblo dice no, si la alcaldesa dice blanco, la gente dice negro; y así ha sido durante muchos años y no va a cambiar de la noche a la mañana.
Tener a todo el mundo contento es difícil, pero al ver a Colombia siento que la gente tampoco pone de su parte para hacer más llevadera las situaciones, específicamente hablando de la cuarentena, he visto como critican cada paso del gobierno bajo ideas que no tienen sentido y que solo buscan imponer el bienestar propio sobre el común. En los últimos días, la alcaldesa de Bogotá impuso el pico y género, lo que condiciona la salida a la calle, pues las mujeres solo pueden salir en días pares, y los hombres en impares. Hasta ahí todo suena sencillo, sin embargo al ver las calles parece que no lo es.
La gente sigue insistiendo en salir durante la cuarentena en parejas a hacer cosas innecesarias, colocándose en riesgo ellos mismos y sus familias, parece que los 100 muertos que lleva el país y los más de 100 mil que hay en el mundo no les doliera, pero por ahí dicen que “hasta que los muertos no sean propios, no importan”, frase que creo que en Colombia la mayoría está aplicando.
No juzgo a aquellos que salen a la calle a buscar su rebusque, porque son personas a las cuales el gobierno les incumplió con las ayudas y necesitan vivir de algo, y ellos lo hacen con todas las normas de seguridad que pueden cumplir; esta reflexión va dirigida a todas las parejas que he visto pasar de la mano y con el tapabocas en el mentón, o sin él, caminando campantes por la calle, a los que sacan al perro 10 veces al día, incluso cuando el animal ya no quiere ni salir, a los que siguen insistiendo en ir a hacer mercado de a dos o tres para acaparar más comida y recursos, a todos ellos les hago la pregunta ¿es que acaso cumplir la cuarentena es tan difícil?
Llevamos 23 días en casa y ha sido difícil, pues uno no sabe qué más hacer, pero incumplir la cuarentena solo por llevar la contraria es el acto más infame que puede cometer un ser humano, la salud de él tal vez no le importa, y al final del día cada quien hace con su cuerpo lo que desee, pero en estos momentos en que no somos uno sino todos, arriesgarse a enfermar a personas inocentes es imperdonable.
Colombia nunca está de acuerdo en nada y es normal, somos 48 millones de personas con pensamientos completamente diferentes, pero ahora necesitamos poner de nuestra parte para que nos convirtamos en una sola idea, y así salgamos bien de esta. Todos debemos ir hacia el mismo lado, sin importar si tenemos ideologías políticas diferentes, si estamos de acuerdo o no con todas las decisiones tomadas por el gobierno, la actualidad nos pide mirar más allá de esto. Ayudemos a cumplir el pico y género, el pico y cédula, o cualquiera de las restricciones impuestas, de esa manera será más fácil salir de casa y superar el coronavirus. En vez de generar más complicaciones para las autoridades, ayudémosla a hacer su trabajo, lo que también facilitará que se haga una veeduría y así se encuentren los casos de abuso policial, cuando lleguen a presentarse.
“Ayúdate que yo te ayudaré” dice el argot popular y justo ahora debemos aplicarlo, ayudémonos entre nosotros, dejemos de ponernos en riesgo por simple rebeldía, y más bien aprovechemos este tiempo para que salgamos de la cuarentena como mejores personas, más amorosas y más comprensivas con el otro.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Freepik
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