Encontrar culpables en la vida siempre ha sido una manera de lidiar con todo aquello que nos atormenta, así nuestra conciencia queda en paz al saber que no depende de nosotros la situación que se vive, y hacemos más llevaderas las cosas a nuestro alrededor. En este momento, el mundo atraviesa una difícil situación, algo que muchas generaciones no habían vivido, y en cuanto a Colombia, ninguna, en toda su historia, lo había hecho; el Covid-19 nos cambió las expectativas que tuvimos del 2020 para nuestra vida, y ante esta frustración se ha culpado desde los chinos, hasta los jóvenes, todo porque es más fácil culpar al otro.
Por conspiración, error humano, o simplemente una manera en que el planeta decidió parar nuestra acelerada vida para poder respirar; el Covid-19 llegó al mundo sin que pudiéramos darnos cuenta a tiempo del peligro que enfrentábamos, y ahora se ha convertido en pandemia, tal y como lo declaró la Organización Mundial de la Salud, OMS, hace solo dos semanas. Países enteros, incluso los considerados del “primer mundo” se han tenido que resguardar en sus casas porque por más que hayan puesto todos los esfuerzos para detener esta propagación, las cosas se salieron del control.
Ante esta incertidumbre mundial, muchos han salido a culpar a los gobiernos por no responder a tiempo ante la crítica situación, también hay gente que tiene resentimiento hacia los ciudadanos chinos por “comer cuanto animal se les atraviesa”, también y en una forma que aún no logro entender cómo se relaciona, hay adultos mayores que creen que el virus fue creado por los jóvenes “izquierdistas” que quieren destruir a todo aquello que se atraviese en su intención de convertir al mundo entero en socialista, y por eso el virus solo mata a los mayores. En Colombia, se ha culpado a Iván Duque por su falta de carácter para cerrar las fronteras, y por haberse encomendado a la Virgen de Chiquinquirá para que Colombia salga de este complicado momento.
La verdad, estoy de acuerdo que a Duque le ha faltado el carácter que a Claudia López, alcaldesa de Bogotá, le ha sobrado para tomar decisiones con respecto a la propagación del virus y la estabilidad económica y laboral del pueblo, pero al final, lo que importa es que al fin Duque declaró la cuarentena en el país, algo que se la había pedido desde antes de la llegada del virus. Pero, me surge la duda, será que solo podemos actuar con decretos del gobierno, o como sociedad podríamos protegernos solo, sin importar si al gobierno le interesa o no.
Entiendo que parar un país entero es difícil, más uno en el cual la mayoría de las personas viven del diario y no tienen un empleo fijo, y aunque pienso mucho en esas personas, las cuales si tuviera la capacidad económica las ayudaría, pienso que para ellos debe ser más importante tener salud que el dinero, porque con salud uno puede iniciar de cero cuantas veces sea necesario, mientras que el dinero no le garantizará salir vivo del Covid-19.
La verdad es que la situación que vive Colombia, no es solo culpa del gobierno, sino de nosotros, y hablo incluyéndome, porque todos en algún momento alcanzamos a dudar de la llegada del virus a nuestro territorio y nos tomamos todo con calma, pues estaba al otro lado del mundo.
La culpa es de todos, de aquellos que prefieren creer en las ideas conspirativas y no en la realidad que nos muestran las cifras a diario, en aquellos que creen que no les va a pasar y pensaron que este fin de semana era perfecto para las vacaciones, de esos que estando obligados a cuarentena por su posibilidad de estar contagiados no les importó salir a disfrutar, a los que van a acaparar comida y medicina sin pensar en los otros, de esos que creen que prima la ley del más fuerte, cuando debería primar la ley de la ayuda entre todos.
Los gobiernos se durmieron ante la inminente propagación del Covid-19, pero también es culpa de la humanidad, porque no quisimos entender que esto iba enserio, y que el mundo siempre busca su equilibrio a toda costa. Depende de nosotros dejar de buscar culpables en los otros, y entender que el primer culpable de lo que sucede en el mundo es uno, si no hace caso a las recomendaciones que tantos expertos han dado. Todos podemos cambiar esta culpa si nos lavamos las manos, si nos mantenemos aislados, si nos mantenemos en calma y no acaparamos. Dejemos de culpar hasta a la vaca de la situación global y más bien ocupémonos de que no haya ningún culpable para que más temprano que tarde salgamos de este tenso momento, momento que nos cambiará a todos por completo, y si hacemos que ese cambio sea positivo, el mundo en el que viviremos será maravilloso.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
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