En Colombia nunca estuvo de moda el Home Office, o mejor dicho el trabajo en casa, siempre estábamos acostumbrados a salir a una oficina, usar en la mayoría de casos el transporte público, sentarnos en un escritorio específicamente asignados para nosotros, en el cual probablemente teníamos una planta, alguna foto, o algo que nos recordara a casa. Para los colombianos la vida laboral no podía entenderse sin una oficina, pues solo los emprendedores eran los que tenían la posibilidad de quedarse en casa y ganar dinero, pero a raíz del Covid–19 muchas empresas han migrado a la nueva tendencia laboral y han hecho que sus empleados trabajen desde casa.
El trabajar desde casa al principio sonaba maravilloso, uno creyó que tenía más tiempo para la familia o para sí mismo, que no habría que madrugar tanto, que hasta podía trabajar en pijama o cualquier ropa que uno considere cómoda, pero la realidad es otra completamente diferente, pues desde casa se trabaja más y el tiempo en familia puede verse aún más reducido que cuando se iba a una oficina, asimismo trabajar en pijama no es posible, porque en algunos trabajos en casa es necesario tener la cámara activa, y con respecto a madrugar, tal vez para entrar a las siete de la mañana ya no es necesario levantarse a las cuatro, si uno vive solo, pero si uno debe responder por una familia, la madrugada sigue siendo igual, ya no por tomar transporte sino por preparar el desayuno y comérselo con calma.
En Colombia a causa del confinamiento obligatorio por el Covid–19 aproximadamente tres millones de personas se encuentran trabajando en casa, las cuales no están viviendo el idilio que muchos creíamos sería estar en casa, lo que realmente está sucediendo es que actualmente se están enfrentando a varios riesgos para la salud física y mental, por ejemplo, durante el trabajo en casa se aumentan los índices de problemas osteomusculares, pues no todos tienen los espacios adecuados para realizar las actividades y recurren a la cama o al sofá para hacerlo, lo que implica malas posiciones y por consecuencia dolores corporales, además de eso, el tiempo de trabajo aumenta debido a que es difícil reconocer los espacios de familia y trabajo cuando se encuentran ambas cosas en el mismo espacio, sumado a eso, los problemas visuales son recurrentes, pues al salir de una oficina y tomar transporte público la gente podía descansar, así fuera por 20 minutos los ojos de las pantallas, pero ahora en casa, al apagar el computador por trabajo se va a encender el televisor por ocio lo que hace que los ojos no descansen y se puedan cansar.
Aunque no todo es malo, pues el teletrabajo trae sus beneficios cuando se sabe realizar, por ejemplo, el transporte ya no es un problema, y teniendo en cuenta los trancones y la calidad del transporte público en Bogotá eso es una gran ventaja, además, los gastos que se tienen en el mes se reducen, porque lo que uno se gasta en onces, almuerzo, o cafés durante el día en la oficina, en casa esto no existe, sumado a eso se pueden implementar rutinas de alimentación saludable lo que ayuda a mantener buena salud.
Cuando se trabaja en casa las cosas cambian por completo, los tiempos de familia, los hábitos alimenticios, y la designación de tareas del hogar, se modifican completamente, pero trabajar en casa es algo que ya ha venido sucediendo en todo el mundo y Colombia no podía quedarse afuera. Para hacer un buen trabajo en casa solo es necesario una buena organización, tener un espacio adecuado y saber que, aunque suene difícil, esta opción es la mejor sobre todo en momentos como los que el mundo vive ahora, porque estando en casa todos podemos estar tranquilos y seguros de no contagiarnos de Covid–1 9.
Para mi familia y para mí estar en casa trabajando ha sido un desafío que a la fecha seguimos intentando superar, pero que cada día es más sencillo hacerlo, el secreto de esto, es el amor y la comprensión, pues aunque sea difícil compartir los computadores y la división de tareas en el hogar no siempre sea equitativa, la verdad prefiero mil veces eso a tener que ver como alguno de ellos, o incluso yo, sale a diario a exponerse a un virus que especialmente en Bogotá está causando muchos problemas.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
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