Transcurre el segundo semestre del año 2024, a medida que los días pasan la tensión crece, las campañas electorales por las elecciones en Estado Unidos se hacen cada día más fuertes y las encuestadoras, empañadas por una parcialidad descarada, hacen gala de encuestas que día a día muestran cómo las intenciones de voto son más críticas, pues las encuestadoras más imparciales hablan de una posibilidad de un empate técnico.
Las grandes cadenas mediáticas han movido cielo y tierra para apoyar los candidatos de su preferencia, lo cual ha contrastado una narrativa altamente inclinada hacia el partido demócrata, sus ideas progresistas han calado hondo en el discurso mediático, pero Trump se ha lanzado nuevamente por el partido Republicano con una renovada voluntad de desterrar el progresismo, la agenda 2030, detener las guerras en Ucrania y Oriente Medio, y reestructurar el Estado americano para reducir el esfuerzo fiscal y las regulaciones que lastran la vida del americano en todos los estratos sociales.
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Luego de una orquestada persecución judicial en su contra, Trump logró conseguir suficientes veredictos a su favor para evitar la cárcel, lo cual le permite continuar con su carrera política con un renovado frente rodeado de nuevos aliados y un discurso que no escatima en desacreditar los errores de ésta última gestión, gestión el cual el presidente Biden ha hecho poco o nada para evitar hacer el ridículo frente a la prensa.
Kamala Harris, la actual vicepresidente ha estado haciendo una campaña de último momento en sustitución del presidente Biden, quien debió abandonar la carrera por la reelección luego de un pésimo desempeño en el debate presidencial frente a Trump el cual le hizo perder fuertes apoyos dentro del partido demócrata. Harris, ha estado empeñada en orquestar un discurso personalista y altamente centrado en las propuestas progresistas que actualmente pusieron a Biden en el poder.
Mientras su discurso se extiende, Harris ha encontrado fuerte oposición en la campaña republicana, el cual poco esfuerzo ha debido hacer para encontrar que su discurso es contradictorio en muchos aspectos, debilitando su postura frente a los indecisos, quienes últimamente han estado conciliando con la candidatura de Trump una esperanza para el crecimiento económico tanto para las familias americanas, cómo para la industria nacional.
En las próximas semanas se televisará en vivo un debate entre los candidatos a vicepresidente, el cual estará muy centrado en las propuestas de acompañamiento al ejecutivo, las regulaciones económicas, los impuestos, el crecimiento económico, y las relaciones internacionales, no sin antes abordar el crítico esquema de la seguridad nacional, el cual semana tras semana se vuelve un punto de debate álgido entre los bandos.
Algo especialmente inédito han sido los intentos de asesinato que ha sufrido el expresidente Trump, los cuales se han concentrado en un período menor a dos meses, desatando una ira sistemática hacia los servicios de seguridad federales, quienes han demostrado una incapacidad operativa humillante, pues en el primer intento ocurrido en Pensilvania no pudieron impedir que un tirador se posicionara, apuntara y abriera fuego directo contra el exmandatario, quien milagrosamente salvó la vida por un gesto aleatorio.
Trump vuelve con fuerza, viene preparado, los demócratas poco esperaban el escenario actual, no están preparados, y posiblemente no puedan optar por la presidencia en un tiempo considerable. Amanecerá y veremos.
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: The Washington Times
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