Desde elegir como vestirse hasta tener la última palabra para decidir cómo vivir la vida como casarse o no, tener hijos, disfrutar su sexualidad, estudiar, y votar, son algunas de las libertades, y derechos, que las mujeres han tenido que conseguir luchando con dientes y uñas.
Sin embargo, las víctimas de violencia de género son un grupo vulnerable al que le falta mucho camino por recorrer, para dejar de estar en el rincón del olvido estatal, pues, aunque sean rechazadas sus vidas también importan. A raíz de esto, este jueves el Presidente Iván Duque sancionó una nueva ley que busca priorizar este grupo para que adquieran subsidios de vivienda con mayor facilidad.
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La ley 1537 del artículo 12 de 2021 se modificó para incluir a las mujeres víctimas de violencia extrema de género dentro de los grupos priorizados para este beneficio. Nadia Blel, la senadora y autora cartagenera de esta ley piensa que este cambio en la ley es un “factor decisivo para la igualdad y las condiciones de vida de la mujer”. También hace referencia al aumento de mujeres en esta situación durante la pandemia, por lo que se da una necesidad urgente de brindarles auxilio y una oportunidad de empezar sus vidas de nuevo, en un entorno seguro. Esta ley considera, de acuerdo con su propia definición, víctimas de violencia extrema de género a “toda acción u omisión que cause un daño o sufrimiento físico, sexual, ´psicológico, patrimonial excesivo, grave e irreparable”.
Se espera que la norma comience a funcionar en los próximos meses, por lo cual se conocerán los requisitos para acceder a ella muy pronto, al igual que sus parámetros. Esta iniciativa podría ser el comienzo de un impacto social en las vidas de los grupos más vulnerables, como estas mujeres, pues la primera problemática a la que se enfrentan cuando logran salir de sus hogares, de ciclos de abuso y una pareja posiblemente peligrosa, es que no tienen a dónde ir.
Muchas de ellas tienen hijos, y una gran mayoría están tan aisladas que no tienen ahorros o un empleo estable, por lo que temen lo que pueda pasar con sus pequeños. Las calles no son una opción, y al no tener un espacio para protegerse y pasar la noche, aun bajo el efecto de miedo e inseguridades, retornan a una casa abusiva. Por eso una mujer que ha sido víctima necesita un espacio que pueda llamar hogar mientras se recupera. Colombia está muy atrasado en leyes de protección, así como en beneficios y ayudas para los grupos más vulnerables, pero con normas como estas es posible imaginarse una Colombia diferente en el futuro.
Por: Valentina Salcedo
Instagram: @valesab14
Imagen: Alcaldía de Bogotá
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