En la vida el conocimiento es clave para el desarrollo personal, conocer y entender el mundo que nos rodea requiere de un constante aprendizaje y entendimiento de los diferentes y complejos procesos que rodean el día a día de una sociedad en constante evolución y desarrollo.
Cuando crecemos, desarrollamos gustos por ciertos oficios y profesiones que poco a poco nos va llamando la atención, hay tantas cosas que se pueden hacer en esta vida que no podemos hacerlas todas a la vez, así que queda la pregunta con la que abrimos este artículo: ¿Hay que dedicarnos a ser especialistas? ¿o nos concentramos en aprender de todo un poco y así abarcar más terreno?
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Personalmente debo confesar que soy generalista, pero vamos a ver de qué trata todo esto…
Especialista, es aquel que como el nombre lo indica, se ha entrenado, formado y capacitado para realizar de manera profesional y avanzada un cierto tipo de cosas, lo hará de maravilla, y sin falla, como todo un gran genio de su profesión. Es una maravilla, pues todo lo puede resolver como si se tratara de conocer la palma de su mano: Esto lo hace ideal para poder llevar a cabo un trabajo con la más completa seguridad de que lo hará bien.
Su contraparte sería desconocer aquello con lo que no está familiarizado, pues se ha concentrado en aprender y amaestrar un solo tipo de profesión, lo que impide que pueda llevar a cabo labores con los que no suele trabajar.
Un generalista en cambio, puede conocer una amplísima variedad de oficios y profesiones, puede tener conocimientos generales de prácticamente cualquier cosa, puede deducir, conversar y elaborar una extensa variedad de elementos, trabajos, y oficios, lo que lo vuelve muy versátil a la hora de enfrentar situaciones cotidianas sin la necesidad de acudir a agentes externos, lo que le facilita bastante la vida en situaciones que no requieren conocimientos profundos de un tema en específico.
Ahora, su enorme problema es su especialidad en no ser especialista, pues puede llevar a cabo una cantidad inmensa de labores pero no puede garantizar la excelencia y el profesionalismo de los mismos, por lo que termina siendo un “bueno para todo, excelente para nada”
Es evidente que el generalista puede obtener a través del intercambio de habilidades, una enorme capacidad de crear junto a otros generalistas, una red de trabajo que le permita la resolución de problemas complejos desde perspectivas que un especialista no pueda hallar.
Otra evidente situación es, que en el mercado laboral, es más difícil reemplazar a un especialista que a un generalista, y esto se debe al esfuerzo que se requiere para que una persona pueda formarse y especializarse en un sector en específico… El ejemplo más notable es el área de la medicina, donde para ser especialista en cualquier área se requieren de años y años de experiencia previa y estudio constante para obtener la graduación aspirada.
Hoy en día no es sencillo decidir, pero he optado por el generalismo, ya que con ello puedo entender más aspectos de mi vida cotidiana, sin temor a recurrir a terceros especialistas para cuando los necesite…
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Banana México
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