«Sabes que debiste hacer un cortafuegos cuando ya todo se salió de control»
Cuando nos encontramos ante condiciones climatológicas adversas, la extinción de un incendio puede llegar a complicarse demasiado.
La regla del 30 se conoce en los incendios forestales con el denominativo 30/30/30. Se da cuando factores meteorológicos como son la humedad, viento y temperatura concurren en unas condiciones concretas que derivan en un incremento del riesgo de incendios.
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Si nos centramos en concretar las cifras de estos factores, para que se de la regla del 30/30/30 se precisa:
- Temperatura más alta de 30°C
- Humedad relativa menor al 30%
- Velocidad del viento superior a 30 km/h.
Estas tres condiciones cuando se manifiestan al mismo tiempo, son las encargadas de disparar el riesgo de que se inicie un incendio forestal.
Además de las tres condiciones climáticas clave para que se dé la regla del 30 (temperatura, humedad relativa y velocidad), otro factor muy importante es la falta de humedad en el terreno. Si no ha llovido desde hace mucho tiempo el riesgo de que se inicien incendios forestales aumenta.
No obstante, el papel que desempeñan el calor y la humedad no es tan importante como lo es la fuerza del viento, que resulta decisiva a la hora de extinguirlo.
¿Qué es la regla del 30?
La importancia de la regla del 30 en incendios forestales por las personas. Más allá de las condiciones climatológicas de una zona, hay otro tipo de condicionantes como son el factor humano, que adquieren una gran importancia en el terreno de los incendios forestales.
Con el abandono de las zonas rurales, se han ido perdiendo de forma progresiva los trabajos y labores de limpieza de los bosques que antes se llevaban a cabo:
- El pastoreo es una actividad con la que se evita que los elementos que sirven de combustible ante un incendio se acumulen, ya que sirven de alimento para los animales.
- El éxodo rural también ha provocado un incremento de la maleza, sobre todo, en las zonas montañosas.
Para evitar posibles incendios forestales en verano cuando el calor se intensifica y también durante el resto del año, la formación y contratación de bomberos forestales, las inversiones en la limpieza de los bosques y la concienciación y educación ambiental de toda la población resultan claves.
Es imprescindible encender las alarmas cuando las condiciones climáticas y de terreno ameritan una mayor vigilancia de la zona, pues el apresto operacional de los cuerpos de socorro es inútil si no hay quien pueda alertarlos a tiempo…
Pendientes, un fuego sólo necesita combustible para arder…
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Los Ángeles Times
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