Ante la controversia existente entre los representantes oficiales tanto del Estado como de la Alcaldía de Bogotá, para la construcción del Metro, la premisa debería ser avanzar.
Son muchos los años que la ciudad capital lleva esperando que los políticos de turno dejen a un lado sus egos y diferencias ideológicas en pro de la ciudadanía, como para que a estas alturas que es cuando más lejos se ha llegado en esta intención, se frenen por un hecho que, si bien puede representar más o menos, dinero e inseguridad para el país. También acabaría con tantos trancones y caos vehicular en una ciudad que tanto propios como extraños reconocen como difícil de transitar.
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Todo parece indicar que tanto el primer mandatario Nacional Gustavo Petro, como Claudia López burgomaestre capitalina, al fin “fumaron la pipa de la paz” y decidieron dejarse guiar por las voces expertas que a través de las mesas técnicas les indicarán la viabilidad de las pretensiones de cada una de las partes en la tan anhelada obra del Metro de Bogotá.
Este paso conciliador los llevará a instaurar mesas técnicas y jurídicas para evaluar el futuro de esta obra, concebida para descongestionar el pesado tránsito bogotano. Es tiempo de que este par de personajes demuestren al país de qué están hechos y que tan inclusivos, conciliadores y empáticos pueden ser por el bienestar de la ciudad, y que tengan en cuenta que una palabra suya como dicen en la Iglesia, “Bastará para sanar”. Es mucho el dinero que está en juego, ese mismo que se paga con los impuestos de toda la Nación y que por elección popular tienen el privilegio de administrar, llegó la hora de hacerlo, por el bien de todos y de nuestras futuras generaciones, si ornamenta o no, eso lo pueden resolver los profesionales involucrados en el diseño de la misma e incluso de los errores que hasta ahora se observan en el principal modelo a seguir que es obviamente el Metro de Medellín, se puede aprender y emprender medidas y soluciones, ojo pero avanzando no frenando el progreso de este proyecto llamado a cambiarle al cara Bogotá y mejorar la calidad de vida de los citadinos y de quienes tienen a bien visitarnos por placer o negocios.
Importante tomar en cuenta un reciente trino de la alcaldesa López, dónde decía que era bueno de vez en cuando reírse de sí mismos y estamos absolutamente de acuerdo, lo que no es admisible como funcionarios públicos de tan importante cargo es que, con su actitud, tan siquiera piensen en reírse del pueblo, que a fin de cuenta es quien los puso en esos cargos. Dios bendiga a Bogotá, a sus gobernantes y ciudadanos.
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Metro de Bogotá
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