Increíble pero cierto ahora ni al interior de un vehículo en marcha tenemos seguridad, pues la nueva modalidad del hampa es irrumpir en las vías para robar conductores y pasajeros.
Alarmantes las cifras de robo que documentan el número de personas que han denunciado ser víctimas de este hecho en Bogotá, al menos así lo deja saber la Secretaría de Seguridad capitalina que asume unos 17.646 robos, 168 homicidios y más de 6.600 denuncias de violencia intrafamiliar durante inicios de 2023.
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Pero hablemos de algunos de los casos que nos traen al tema, en días recientes las cámaras de seguridad vial dejaron en evidencia una modalidad escalofriante en donde estos amigos de lo ajeno se interponen en las vías en plena circulación obligando a los conductores a detenerse y quedando así a merced del hampa. Lamentable que en el caso puntual ocurrido en la carrera séptima con 98, incluso un domiciliario resultara herido por estos rufianes a quienes la vida ajena les importa un comino.
Igualmente, los vecinos de Engativá no salen de su asombro luego de que un ladrón vestido con prendas de la policía, robara e hiriera a un pasajero de un taxi, tras interceptar el vehículo que éste abordaba, ¡Fin de Mundo! Y ¿Cómo hacemos para confiar en la autoridad entonces?
Mención aparte y de estricta recordación por las autoridades, tienen las más de 6.600 denuncias de violencia intrafamiliar hechas por mujeres víctimas de este flagelo tan solo en la capital del país, sin que hasta ahora hayamos encontrado una fórmula efectiva y afectiva para atender a nuestras féminas, aun sabiendo cual podría ser su suerte si no se ataca el problema una vez denuncian el caso. ¿Hasta cuándo revictimizamos a las agredidas diciendo cosas como, “ella quiso volver a su casa”, “le brindábamos seguridad en la casa, pero no en el lugar de trabajo” y otras excusas que en nada ayudan a quien igual tienen que velar a sus muertas que dijeron a tiempo el problema que tenían de violencia al interior de su hogar o relación?
Es absolutamente imperativo, que las autoridades tomen cartas en el asunto porque los gobiernos tanto nacionales como locales, invierten millonadas en temas de seguridad y ya es hora que esto se vea reflejado en la percepción de seguridad de los ciudadanos, queremos caminar por las calles sin miedo a ser abordadas por la famosa ‘Camioneta blanca’ tripulada por tres malhechores que intentaron secuestrar a una mujer de 19 años estudiante de Ingeniería Ambiental, en hechos ocurridos en el barrio Aures, ubicado en la localidad de Suba
Bogotá requiere viajar segura tanto en el transporte público como privado sabiendo que, si en determinado momento somos requeridos por la autoridad, que ésta en verdad lo sea y no que se trate de criminales que de manera fraudulenta se hacen con las prendas de uso privativo de la Policía para cometer sus delitos. En fin, si los habitantes de una ciudad en este caso Bogotá no pueden estar seguros ni en casa (violencia intrafamiliar), ni en las calles por los secuestradores de mujeres y niños o los que escopolamina sus víctimas), ni al interior de un vehículo que se supone es garantía de llegar con bien a casa (gracias a las barricadas de maleantes) entonces algo de lo que se está haciendo en materia de seguridad no está bien y toca solucionarlo de manera inmediata. Dios bendiga los bogotanos y habitantes de esta pintoresca ciudad, que a todos nos duele por igual.
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Istock
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