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La deshonestidad e hipocresía profesional

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Imagen de: Jean Carlos Guerra. «La deshonestidad e hipocresía profesional»

Ira, frustraciones, muchas decepciones, una real gana de vengarse, destruir al victimario… De verdad, dan ganas, pero el que se deja llevar pierde pero mucho, y todo se vuelve en contra.

A lo que voy con esto, es que la vida está llena de estafadores, realmente es algo que no sorprende nada en la vida, pero que no deja de ser un mal trago para quien resuelve una situación tan compleja como descubrir, desarmar, desarticular y exponer a los «profesionales» que viven de la deshonestidad, de la hipocresía, se toman de cualquier excusa, detalle, malentendido, desacuerdo, en fin, con tal de no cumplir a cabalidad el servicio ofrecido o el trabajo contratado…

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Hablando de contratos, qué lindo es que después de que les has desarticulado y dado a entender los daños que le ha costado a la víctima su sucio proceder, todavía tienen las agallas para reclamar el pago de las indemnizaciones «por interrumpir las labores contratadas»…

La verdad debería ser ilegal que anden sueltos por ahí, pero no durarían en la cárcel…

Los ves en las redes, luciendo y destacando logros y éxitos falsos que no les corresponden, se llenan de contactos interesados en seguirle y contratar sus servicios, a modo de networking les funciona de maravilla, hasta que los expongas y veas cómo la planta que pusiste en la ventana tiene mejor vida social que el «profesional» que acabas de exponer.

Sólo son capaces de agachar la cabeza cuando no hay salida, cuando no hay más recursos, cuando no hay más dinero, cuando no son nadie, y asimilan internamente que deben retirarse….

Les duele la derrota, no por lo que pierden, sino porque no conseguirán aquello que tuvieron en un tiempo considerablemente largo, quizás nunca

Hablarán mal de ti, y eso habla mucho de ellos, vivir de mentiras es un arte muy sucio: «La mentira tiene patas cortas» decía alguien que conocí…

Un consejo: si tienes una situación activa, protégete, cierra todas las salidas, no ataques, defiende, comienza a rodearle, prepara una emboscada, busca asesoría, no necesitas matarle, con que se ahogue en sus mentiras bastará para que pierda… Sólo ataca cuando el balance de poder quede a tu favor y recuperar lo que te pertenece sea cosa de salir por una gaseosa, te lo entregará como quien entrega un producto defectuoso: No lo quiere y se quiere deshacer de él.

A los estafadores profesionales: Busquen un psiquiatra, de pana, es más económico…

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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen:  @jeanguerra.95
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