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La estigmatización de los moteros

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¿Por qué los moteros tienen que ser los primeros perjudicados cuando hay temas de seguridad en la capital?

No me malentiendan, no es que ellos sean “mártires” en la situación de seguridad en Bogotá, pues las cifras muestran que uno de cada cuatro casos de sicariato se realiza en moto, sin embargo, ya es hora de dejar de culpar a un gremio completo por la incompetencia de las autoridades de encontrar a los verdaderos culpables de los actos.

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La realidad en la ciudad es que todo aquel con moto es tildado de ladrón, y no los culpo, pues este pensamiento viene de la época de los 80’s cuando, a raíz del narcotráfico, los casos de sicariato y robo se incrementaron en Colombia, y la mayoría de involucrados en ellos andaba en moto.

Incluso yo, estigmaticé por años a quienes tenían este tipo de vehículos, primero, porque cuando tenia solo cuatro años vivencié un caso de persecución, en moto, entre unos fleteros y la policía, con disparos incluidos, hecho que fue tan traumático que cada que escucho un sonido similar al de ese día lo que hago es apretar la mano de la persona que me acompañe y si estoy sola, me quedo pasmada hasta que mi mente reacciona que ya no hay peligro.

Segundo, es porque mis papás vivieron la época del narcotráfico, por lo cual ellos tienen cierto recelo a quienes andas en motocicleta y, sin querer, sus sentimientos de incomodidad me los transmitieron; pero eso cambió cuando personas muy cercanas a mí compraron una moto.

Cuando empecé a aprender un poco más de ese mundo, conocí gente que conducía moto, aprendí de marcas y cilindrajes y hasta me subí en una, entendí que no se puede estigmatizar a una persona por el vehículo que tienen, pues les recuerdo la “Gente de bien” que andaban en camionetas Toyota Prado y atacaban a los manifestantes durante las protestas del 2021.

Por eso, cuando la Alcaldía de Bogotá volvió a decir que los moteros tenían que hacer apoyar a la ciudad aceptando las medidas de seguridad, la verdad es que entendí el por qué de sus protestas.

Sí, es cierto que al protestar solo afectan a personas que no tienen, ni siquiera, el poder para cambiar las leyes; sí, es cierto que al protestar y afectar el tráfico solo hacen que la gente les tenga un poco de fastidio; sí, es cierto que las personas tienen derecho a transportarse sin ningún inconveniente; pero también es cierto que, gracias a las protestas el grupo fue escuchado.
Levantaron parcialmente la restricción de parrillero, también levantaron el uso obligatorio de indumentaria con placa visible, y aunque algunos crean que es injusto, pues con eso sí se iba a arreglar la seguridad en la ciudad, la verdad es que no.

Los motociclistas son un gremio sumamente unido, apoyan a todo aquel que lo necesita, además, son una excelente opción de transporte en la Bogotá que tiene una velocidad promedio en las mañanas de cuatro kilómetros por hora, es por eso que afectarlos con esas medidas no tiene sentido.

Honestamente, el hecho de prohibir parrillero, sea hombre o mujer, no va a impedir que los malos de la historia sigan usando la moto como transporte y sigan delinquiendo así, tampoco el hecho de la placa visible, pues todos sabemos que en Colombia es muy sencillo encontrar el “cambiazo” de placa.

Las verdaderas medidas que tiene que tomar la Alcaldía es, primero, dejar de culpar a todo aquel que tiene moto por la delincuencia, y sí, lo que hacen es culparlos porque indiscriminadamente hacen que la mayoría se vean afectados por las acciones de pocos; segundo, reforzar los trabajos de inteligencia y de acompañamiento de la Policía para dar con los verdaderos responsables de los actos delictivos de la ciudad. De esta manera, se dejará de creer que la solución a los niveles de inseguridad en la capital se reducirá quitando el parrillero.

Los moteros son excelentes personas, los moteros se esforzaron por su vehículo y los moteros siempre están dispuestos a ayudar a la ciudad en muchas formas; así que como bogotanos empecemos a verlos con otros ojos y entendamos que ellos no son los responsables de lo que sucede, sino también son víctimas de la ineficiencia estatal para poner orden.

Por: Paula Porto
Instagram: @paulaportocine
Imagen: KienyKe
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.

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