26 municipios de 4 departamentos del país, se encuentran comprometidos a cuenta de la alerta Naranja por la actividad del volcán, que pone en riesgo a 2500 familias y cerca de 80 mil animales.
El Servicio Geológico Colombiano a la fecha se mantiene firme ante el estado de alerta naranja emitido por la actividad sísmica del volcán Nevado del Ruiz.
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Esta situación ha puesto a Colombia y a los habitantes de esta región en constante monitoreo del clima en la zona de influencia del volcán, ante el inquietante panorama y mirando informaciones provenientes de las diferentes autoridades nacionales que están llamadas a atender el hecho, no podemos más que aterrorizarnos, pues escuchamos por ejemplo al Alcalde de Murillo, decir que no estaba en conocimiento de que tenía que evacuar a las familias en riesgo de las zonas aledañas al lugar ¿Qué? Pero ¿Cómo? ¿Usted no se mantiene al tanto de los eventos inherentes a la zona que preside como autoridad municipal?, definitivamente, ésta si fue una declaración carente de diligencia.
Por otro lado, nos encontramos con la negativa de algunos residentes de estos territorios a abandonar sus casas argumentando que ‘es lo único que tienen’ imagínese usted que no valoremos como especie y como seres humanos, que lo único que poseemos, es aquello que nos acompaña desde el nacimiento ‘la vida’, ¡hombre! siempre se va a poder empezar de nuevo si tenemos ‘vida y salud’, mismas que puede usted perder si se queda tercamente custodiando un bien material. Obvio que, si es difícil, pero no imposible y si llegase a ocurrir lo peor, pues de alguna manera el Estado debería apoyarlos para iniciar sus vidas nuevamente, es su deber.
El tema de los animales. Es perfectamente entendible que muchos los consideren parte de la familia, pero creo que las mascotas pueden albergarse con cada familia en lugar seguro mientras se solventa esta terrible situación, no así las vacas, caballos, gallinas, toros, entre otras especies que hacen parte de estas zonas rurales y a las cuales el Gobierno Nacional está llamado a resguardar de modo seguro y confiable para sus propietarios, hasta que pase la alerta y de esa misma forma prever que cada animal regrese con sus legítimos dueños, para eso son los censos y visitas oficiales a cada región. Es cuestión de fe, y de confiar en que si todos asumimos nuestros roles de manera diligente y responsable podríamos salvar muchas vidas, humanas y animales, pues todos tenemos derechos. ¡Dios bendiga el nevado del Ruiz, para que derrame bendiciones sobre su gente y no lava!
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Servicio Geológico Colombiano
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