Desde hace más de 10 años Venezuela empezó a vivir una crisis socioeconómica que se ha ido encrudeciendo con el pasar del tiempo, obligando a los venezolanos a salir de su país, no por mejores oportunidades, sino para sobrevivir; es así, que los venezolanos terminaron siendo la nueva de cañón en Colombia.
Cuando uno habla de “carne de cañón” hace referencia a una persona que se expone a situaciones difíciles, en nombre de alguien más, es decir, alguien que pelea una guerra ajena. Una persona que es carne de cañón se expone a esto porque ya no tiene nada que perder y si logra salir vivo, sí tendría mucho que ganar.
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La mayoría de venezolanos que cruzan la frontera con Colombia no tienen mucho con qué vivir, llegan acá buscando una oportunidad para ganar dinero, subsistir y salir de la misera de la cual vienen, por tal motivo, son propensos a caer en manos de inescrupulosos, quienes los usan para hacer la guerra sucia que no ha dejado de batallarse en Colombia.
Ahora son los venezolanos quienes hacen parte de la lista de reclutados por grupos armados ilegales en Colombia. Solo en 2019, según informes de las fuerzas militares, el 30% de los miembros de grupos de disidencias de las Farc y del Eln que operan en la frontera eran venezolanos, además, se estima que el 10% de los combatientes de estos grupos ilegales, a la fecha, sean venezolanos. El último informe obtenido por Noticias RCN en este 2022 detalla que, de cada 10 miembros de grupos armados, tres son venezolanos, demostrando así que la realidad del reclutamiento de estas personas se ha estado encrudeciendo.
No obstante, no es en vano que ahora los ojos estén puestos sobre este tema, pues los venezolanos no solo se están convirtiendo en carne de cañón de los grupos ilegales, también lo están siendo de la guerra política de Colombia. Resulta más fácil para el país culpar a los extranjeros que están llegando aquí en busca de sobrevivir a toda costa a la miseria que vive Venezuela, que aceptar que los problemas de reclutamiento y violencia no están relacionados directamente con ellos, pues, aunque son actores materiales, los actores intelectuales siguen siendo colombianos.
Es una problemática real el reclutamiento de venezolanos como carne de cañón para las guerrillas en Colombia, pero la verdadera problemática aquí y la que debería estar sobre la mesa, justo ahora que nos acercamos a elecciones, es el debatir sobre cómo se hará la lucha contra estos grupos y cómo se trabajará en conjunto con todos los entes competentes para el caso, para evitar que los venezolanos sigan siendo víctimas de esta guerra de 50 años, que ni con un acuerdo de paz firmado ha logrado llegar a su fin, a causa de las manos oscuras que quieren seguir en el poder.
Así como exigimos que el Gobierno Nacional tome acciones, más allá de seguir peleando, tales como la pedagogía de la reinserción y la creación de alternativas para acceder a la educación y al trabajo en todo el territorio nacional con el fin de mejorar las oportunidades de vida, también debemos exigirles que dejen de utilizar a los venezolanos que caen en estos grupos como una excusa para aumentar la xenofobia contra ellos, y más bien, ayuden a garantizarles un trato digno y oportunidades para crecer en el país y que a su vez, puedan ayudar desde acá a la recuperación del suyo.
No olvidemos que los que se vuelven carne de cañón no lo hacen a propósito, más bien preguntémonos cómo podemos evitar que siga sucediendo que colombianos y venezolanos inocentes sigan haciendo suya una guerra por el poder que no les pertenece.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Infobae
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